Vida y estilo

Airu: "Hay que tener la mente abierta para escuchar nuestras canciones"

Airu se ha hecho un nombre en la escena musical, con un sonido ecléctico y un estilo sin prejuicios que les ha llevado a Estados Unidos, Francia y próximamente a Londres
Los integrantes de Airu. / @adriglorenzo

Airu es una de las bandas emergentes con mayor proyección musical del pop independiente vasco. El joven cuarteto se formó en Bilbao en 2018 y ya ha pisado Estados Unidos, acaba de realizar una gira por varias ciudades francesas y en enero viajará a Londres por primera vez. Tienen arrojo, nada de prejuicios y varias canciones con alma de hit. El año pasado Airu fichó por Oso Polita, el sello de la promotora bilbaina Last Tour, con quien han lanzado un álbum de debut (Con lo bueno y con pena) y, recientemente, un EP titulado YO NO SÉ NADA! NADA!!!, en el que confirman su desmelene estilístico: cinco temas variados, cada uno de su madre y de su padre, donde cantan en castellano y en euskera y le dan una vuelta a la manoseada etiqueta indie. Irune Vega (voz, guitarra) y Jon Gómez (bajo) son quienes responden a las preguntas de la entrevista.

La mítica frase de Sócrates “Solo sé que no sé nada” nos recuerda cuáles son nuestras propias limitaciones. Es casi como una cura de humildad. ¿Qué ha aprendido la banda durante estos cinco años de vida? 

-(Irune Vega): Que cada experiencia y acontecimiento es totalmente diferente. No es lo mismo ir a un festival que a una sala pequeña. Aprendes a gestionar las situaciones de una manera que hasta tú mismo puedes llegar a sorprenderte; por ejemplo, tocar en una sala random de la que igual no esperas gran cosa puede tener su aquel y sacas algo positivo.

¿El grupo tiene más callo y ha ganado consistencia en este tiempo? ¿Ese sería el resumen?

-(Jon Gómez): Sí. Hemos aprendido a adaptarnos a diferentes situaciones.

(I.V.): A lo mejor vas a un sitio con un poco de miedo porque el backline es más reducido y los medios son más humildes o lo que sea; pues en ese caso, hacemos canciones más guitarreras y tratamos de salir adelante.

(J.G.): Dejas los agobios y tiras ¡pa’lante! 

El nuevo EP se abre con El sol, que tiene un aire eufórico y bailable que puede recordar a grupos como Vampire Weekend o Los Campesinos! ¿Va siendo hora de reivindicar el indie de los primeros años dos mil?

-(I.V.): No era esa la idea. Obviamente, el indie de los dos mil ha sido una influencia para nosotros, pero no queremos centrarnos en hacer música centrada en esa época. No es lo que más me motiva ahora mismo y ya lo escucho más bien a modo de remember. Aunque en la música que hacemos hay una serie de elementos que te pueden llevar ahí, diría que lo que hacemos es más el resultado de una mezcla de estilos. 

(J.G.): Ahora estamos intentando buscar otro tipo de referencias que sean más actuales. Las canciones siguen teniendo esa aura de los años dos mil, pero estamos empapándonos de cosas muy diferentes en el grupo.

¿Puede poner algún ejemplo?

-(J.G.): [Se lo piensa] Cada uno tiene sus propios gustos y referencias, desde Ralphie Choo, a Tatxers, Fountains D.C., etc. 

Se atreven con el autotune y los ritmos reggeatoneros en Jugando a que hay algo aquí, mientras que en Anegauta, cantada en euskera, se crea un ambiente muy Twin Peaks, como de misteriosa película de David Lynch. ¿Picotear de tantos estilos forma parte del ADN del grupo?

-(I.V.): No es que sea algo que lo forcemos o lo estemos buscando, sino que simplemente nos sale así. Por un lado, tiene una parte positiva, ya que te permite poder tener más recursos y variedad y no caer en la monotonía; por otro lado, puede haber alguien a quien le encante una canción pero otra no tanto porque es muy diferente.

(J.G.): Es un arma de doble filo. Si nos limitamos a un solo estilo, corres el riesgo de que la gente que te sigue se acabe cansando. Pero es un dilema que está siempre ahí. Lo que yo creo es que cada grupo debe tener su propia progresión de una manera natural. Encontrar tu rollo, pegar un bombazo con una canción y mantenerte siempre igual es muy complicado. Así que lo que yo valoro son los grupos que tienen algún tipo de evolución.

¿Como en el caso de Fountains D.C.? 

-(J.G.): Sí, eso es.

¿Con tanto eclecticismo no se termina por despistar al oyente?

-(I.V.): No sé si despistar es la palabra correcta. Al menos para que le guste nuestra música, tiene que ser una persona con la mente abierta y que sepa valorar diferentes estilos y géneros. Además, no pasa nada porque en un álbum solo te gusten una o dos canciones. A mí es algo que me pasa con muchos grupos.

Las primeras canciones de Airu eran en inglés y tuvo que llegar la pandemia para que cantaran en castellano.

-(I.V.): En realidad, antes de la pandemia ya había empezado a componer en castellano, aunque no se hubiera publicado nada. Poco a poco empecé a escuchar a menos grupos en inglés y cada vez a más artistas que cantan en castellano, como Sen Senra. Vi que había bastantes cosas que me interesaban y me motivó para poder probar y componer canciones en otro idioma.

Voy tan deprisa es de esa época, todo un hitazo pop que solo salió en formato single.

-(J.G.): Lo sacamos en un vinilo 7 pulgadas con otro tema en la otra cara, Con las ventanas tan grandes me da vergüenza mirar. Aún tenemos copias disponibles. En directo igual entra en nuestro top tres de canciones más celebradas junto a Coloco los pies y Verte de espaldas. 

(I.V.): Y El sol va camino de coger ese punto. La gente ya empieza a cantarla en los conciertos.

¿Qué es lo más curioso que le ha pasado al grupo en la reciente gira francesa de noviembre?

-(J.G.): Nos tuvimos que ir amoldando a diferentes salas, pero nada comparado con lo que nos pasó en París, que fue bastante locura. Tocamos en un bar que literalmente era un sótano y como mucho tenía dos metros cuadrados más que nuestro local de ensayo. Yo soy de los que suda bastante en los conciertos… Pues ese día sudé el triple de lo normal. 

(I.V.): El escenario era tan pequeño que tuve que tocar fuera, pero fue muy guay. Estábamos pegados al público, no había barreras, y conectamos un montón con la gente.

(J.G.): Fue muy loco. Teníamos pocas expectativas y conseguimos darle la vuelta.

Y en enero debutan en Londres. Casi nada. ¿Cómo surgió la oportunidad de ir allí?

-(I.V.): Cuando estuvimos tocando en Estados Unidos coincidimos con el grupo Reme. Uno de ellos hace de booker en una sala de Londres y nos escribió para ver si queríamos tocar. Le dijimos que sí, claro. Iremos, tocaremos y volveremos. ¡A ver qué tal! 

No hay muchos grupos en Euskal Herria que hagan pop en castellano o indie parecido al suyo. ¿Sienten más afinidad con otras formaciones del Estado como El Buen Hijo, Colectivo da Silva en Granada, Las Dianas…? 

-(I.V.): El indie, o sea cual sea la etiqueta que se le ponga, no se lleva tanto por aquí, pero cada vez hay más grupos que se acercan un poco más al estilo que hacemos, como Txopet o EZEZEZ. De todas formas, la escena principal es verdad que está en Madrid.

Promesa indie 

Tras su concierto en el pasado mes de julio en el festival BBK de Bilbao, jugando en casa, Patricia Echanove (batería), Jon Gómez (bajo), Erik González (guitarra) e Irune Vega (voz y guitarra) se fundieron en un abrazo e inmortalizaron el momento subiendo la foto a su cuenta de Instagram. La imagen recibió una lluvia de likes y un buen puñado de comentarios elogiosos de su actuación, entre ellos el del grupo valenciano La Culpa, otra de esas bandas que vienen pisando fuerte en el subsuelo del pop estatal. 

Airu es actualmente una de las apuestas más firmes de la discográfica Oso Polita, donde también cuentan con otros artistas como Nacho Vegas, El Columpio Asesino o hasta Orsai, la banda de futbolistas del Athletic Club. Tiene sentido que el sello les brinde su apoyo a estos veinteañeros que se mueven entre sintetizadores y guitarras, suenan frescos y juveniles, ligeramente retros, pero con una apertura de miras propia de la generación Z. ¿Qué supone esta banda en la música vasca y estatal?, ¿lo que hacen pasará la prueba del tiempo?, ¿terminarán por conquistar los corazones de miles de personas? 

Todavía es pronto para responder a este tipo de preguntas; habrá que ver cómo se van posicionando Airu en una escena con una feroz competencia y que tiene al grupo madrileño Carolina Durante, de nuevo en la cima indie con su último álbum, Elige tu propia aventura, como uno de sus principales embajadores. 

26/12/2024