Política

Aitor Esteban acepta el reto de presidir el PNV sin la sombra de la división tras la renuncia de Ortuzar

El portavoz jeltzale en el Congreso promete dar "lo mejor" de sí mismo cuando se confirme su proclamación, ya sin margen para la sorpresa. Markel Olano también se retira y facilita un consenso prácticamente unánime
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, durante una sesión plenaria, en el Congreso. / EP

El PNV no se abrirá en canal en un momento muy complejo, marcado por el desgaste electoral, la competencia de EH Bildu y la inestabilidad en el Estado. Finalmente, el abismo se ha cerrado a sus pies. Es probable que el PNV hubiera dado normalidad a una segunda vuelta marcada por la concurrencia de dos candidatos de peso para presidir su Ejecutiva nacional, pero nadie oculta ya el gran suspiro de alivio que ha recorrido buena parte de las organizaciones municipales del partido por haber evitado esta competición, que de manera insoslayable hubiera aflorado una división que no se veía desde el año 2003, en la pugna entre Joseba Egibar y Josu Jon Imaz. El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, fue el más votado en la primera vuelta, con unos 110 batzokis a su favor, pero ha decidido dar un paso atrás y renunciar a un cuarto mandato porque ha constatado que, como había insinuado él mismo hace unas semanas, también hay una pulsión a favor del relevo en el PNV, y quiere evitar una imagen de división. Y esa pulsión la ha encarnado un movimiento que, en primera instancia, nació de manera espontánea entre la afiliación, y después ha ido cobrando fuerza y estructura: unas 70 organizaciones municipales han apoyado al portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban. Él ha confirmado este jueves que acepta el encargo, poco después de la renuncia de Ortuzar. Tiene el camino expedito a falta de una segunda vuelta que, en el caso de la presidencia, queda reducida a un mero trámite, necesario pero no decisivo ya. Esteban se encamina a su proclamación en la Asamblea General de los días 29 y 30 de marzo.

“Como dije el pasado 25 de enero, me siento abrumado y agradecido por las muestras de confianza y apoyo transmitidas y asumo la responsabilidad de aceptar mi designación para pasar a segunda vuelta”, ha dicho en una carta a la militancia, en la que promete dar “lo mejor” al PNV si resulta elegido y llama a todos los alderdikides a “participar en esta segunda vuelta para, desde esa unidad, afrontar el futuro con optimismo”. Se refiere a Ortuzar como un “amigo” y reivindica que la participación de la militancia en el PNV “cuenta realmente”.

Esteban ha respetado los cauces oficiales y solo ha hecho pública su decisión cuando ha podido confirmar a la Comisión de Garantías y Control que acepta pasar a la segunda vuelta, que arranca el lunes de la semana que viene. De todos modos, los ámbitos consultados por Grupo Noticias ya habían adelantado que su renuncia era muy improbable: hubiera sido muy poco estética en términos de democracia interna porque se vería como una componenda para no disputar el cargo a la dirección actual, y hubiera sumido a la militancia en un estado de apatía y desconcierto. Entre Esteban y Ortuzar no hay diferencias ideológicas y forman parte de la misma generación, pero las fuentes consultadas creen que la militancia ha propuesto al diputado porque la decisión de Ortuzar de dejar la puerta abierta a otro mandato sorprendió y se daba por hecha su salida tras una inercia de renovación casi absoluta en el partido. Llevaba 12 años en el EBB, los mismos de Itxaso Atutxa en el Bizkai Buru Batzar cuando dio por cerrada su etapa, o el lehendakari Urkullu cuando Imanol Pradales lo relevó como candidato.

Ahora, el PNV se encamina hacia una renovación tranquila (sin relevo generacional) y lo hará en paz, con el acuerdo de la inmensa mayoría del partido. El propio Andoni Ortuzar ha apostado por la unidad y ha admitido que hay otra candidatura con “la suficiente ambición”, y no es difícil imaginar un tránsito natural de sus respaldos hacia Esteban. Pero no solo sus apoyos. Como auguran las fuentes consultadas, es probable que se produzca un llamamiento a la unidad en torno a la figura de Esteban también desde Gipuzkoa, donde había ganado el exdiputado general Markel Olano en 30 batzokis y finalmente se ha retirado del proceso. Con un mensaje en sus redes sociales, Olano ha anunciado que no pasará a la segunda vuelta, ha agradecido su trabajo a Ortuzar y ha secundado su mensaje y el de Aitor Esteban a favor de la unidad y la participación.

Con estas renuncias (a falta de confirmar lo que pasará con la exconsejera Arantxa Tapia, que de todos modos no tiene opciones), la segunda vuelta servirá para confirmar este respaldo prácticamente unánime. El candidato crítico, el concejal de Etxebarri Eneko Lekue, no ha pasado a la segunda vuelta para presidir el EBB porque solo ha logrado el respaldo de dos batzokis.

Burukides

¿Y qué hay de los ocho burukides que tenían que ser elegidos también en este proceso? Sus nombres no se sabrán hasta que comiencen a tomar cuerpo las votaciones a partir del lunes, pero ya se apunta que algunas personas cuya entrada se daba por hecha podrían no estar finalmente en el equipo. Sí parece que hay consenso en torno a la figura del alavés y portavoz en el Parlamento Vasco, Joseba Díez Antxustegi; o en torno a la idea de que Nafarroa, por visión de país, tenga un burukide electo al margen del presidente del NBB, y será con toda probabilidad el alcalde de Altsasu, Javier Ollo. Este dato limitaría la opción de Gipuzkoa de ampliar su representación de 3 a 4 burukides, pero podría tener un puesto de influencia. Por Bizkaia, se vuelve a hablar de Miren Martiarena, pero este periódico no ha podido obtener más información a la espera de que se desarrollen las votaciones.

La carta de Esteban

Esteban pone en valor en su carta que "la democracia es un valor fundamental en nuestra sociedad y, por ende, en los partidos políticos", y "es un orgullo ver que EAJ-PNV es uno de los pocos partidos en los que la participación de su afiliación cuenta realmente y en el que el diálogo funciona". "Este partido es una parte importante de nuestro pueblo y lo ha guiado durante décadas a mayores cotas de libertad, bienestar y autogobierno. Y así lo seguirá siendo. En esa labor, mujeres y hombres del partido han dado lo mejor de sí mismos. Y sin duda así lo ha hecho Andoni Ortuzar, un amigo con el que he compartido muchas jornadas de trabajo conjunto, de decepciones y de alegrías, siempre en busca de hacer realidad el Euskotarren Aberria Euskadi da, que nos guía", dice.

El portavoz en el Congreso agradece a los alderdikides que entendieran que el PNV necesita de su participación y dice que, si resulta elegido, dará lo mejor de sí mismo para que el PNV afronte los retos "que nos demandan un nuevo siglo y unas nuevas generaciones". "Somos un partido fuerte y unido. Hago un llamamiento a todas y todos a participar en esta segunda vuelta para, desde esa unidad, afrontar el futuro con optimismo", concluye, para firmar con un "batasuna ta indarra. Aberria. Alderdia".

Esteban, un portavoz sin pelos en la lengua

Antes de que Andoni Ortuzar despejara su futuro, en la cabeza de muchos rondaba la posibilidad de que siguiera en el cargo para recurrir a su experiencia en un momento político complejo en la comunidad autónoma vasca, y también porque él fue quien firmó el acuerdo de investidura con el presidente español, Pedro Sánchez, y este es el año clave para cumplir todas las transferencias del Estatuto de Gernika y negociar un nuevo estatus de autogobierno. Y ahora, parece que la militancia ha dado con la tecla al poner en el candelero un nombre que permite acometer un cambio, pero desde la experiencia: el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, acumula una larga trayectoria y ha estado siempre implicado en las negociaciones con Sánchez, lo que evitaría una ruptura de las complicidades o una falta de continuidad en las conversaciones. Es una persona que nunca ha tenido estas altas responsabilidades en ninguna ejecutiva del PNV, de ahí el cambio, pero a la vez tiene experiencia en ámbitos institucionales. Esteban (Bilbao, 21 de junio, 1962) es licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto, y ha desarrollado la mayor parte de su carrera política en el Congreso de los Diputados, donde lleva 20 años, desde 2004, y donde ejerce como portavoz desde 2012.

Esteban ha cerrado un año de anuncios históricos, como la devolución al PNV de la sede del Gobierno de Aguirre en París, y la confirmación de que el Gobierno español ya negocia y se toma por primera vez en serio la transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, la competencia que más se ha resistido en 45 años. Los cinco escaños del PNV son imprescindibles esta vez en el Congreso de los Diputados, y Esteban ha querido sacar chispas a esta interlocución. Precisamente su relevo de la portavocía para acceder al EBB pudo frenar en algún momento este desenlace. Durante su etapa, se han alcanzado otros acuerdos como el cambio legal para facilitar la oficialidad de las selecciones vascas de pelota y surf.

Es una figura con una gran proyección fuera de Euskadi, y a estas alturas no necesita presentación en otras comunidades autónomas o entre los agentes políticos y socioeconómicos, lo que le ahorraría ese periodo de adaptación. Hoy en día es uno de los 350 diputados del Congreso con mayor reputación, algo que no es sencillo en una Cámara de representantes del Estado y donde imperan la polarización PSOE-PP y la bronca. Se ha hecho un hueco con su estilo directo, que hace que se entienda a la primera lo que quiere decir. Ha llevado a gala su apuesta por ceñirse a los temas del orden del día cuando el debate en el Congreso degenera hacia todo tipo de acusaciones entre PP y PSOE; pero también ha sido célebre por no tener pelos en la lengua. Han quedado para la hemeroteca sus arranques de carácter con las formaciones más a la derecha o contrarias al autogobierno, como sucedió cuando respondió a las críticas de Ciudadanos y los comparó con una banda de mariachis por dar la "serenata", cuando retiró el saludo al entonces representante de Vox Iván Espinosa de los Monteros en el debate televisado de noviembre de 2019, y cuando despachó olímpicamente la moción de censura de la ultraderecha, con un discurso de solo 82 segundos. Estas intervenciones corrieron como la pólvora en vídeos de internet. Tiene en su haber el premio al mejor orador.

Su alta consideración en el PNV es tal que la campaña de las generales de 2023 giró en torno a su imagen, con un cartel que presentaba su retrato entre los de Sánchez y Feijóo como alternativa vasca, sensata y equilibrada. Los comicios los ganó el PSE, el PNV fue segundo y EH Bildu se quedó a solo mil votos de los jeltzales, pero sucedió en un clima de radical enfrentamiento entre PP y PSOE y muy marcado por el riesgo real de que la ultraderecha entrara en el Gobierno español. Aun así, el PNV logró el objetivo, tener grupo propio, y Esteban ha exprimido hasta la última gota de esa presencia en el Congreso.

06/02/2025