Campeón del mundo en 2016 y 2020, además de medalla de bronce en 2017 y cuarto en las ediciones de 2018 y 2021, el incombustible Aitor Francesena ha afrontado este año el reto del Adaptive Surfing Professionals World Championship Tour, el novedoso circuito mundial en el que han competido más de 90 surfistas de 16 países. El surfista de Zarautz, apodado Gallo, se ha alzado con el título después de imponerse en el US Open, donde ha culminado una temporada en la que además logró la segunda plaza en Hawái.
Así, Francesena, a sus 52 años, permanece fiel a su trayectoria como pionero en el mundo del surf. Fue uno de los primeros entrenadores de la disciplina deportiva, se erigió en el primer seleccionador estatal, guió a Aritz Aranburu, quien ascendió en dos ocasiones a la elite mundial, y ahora puede presumir de ser el primer campeón del circuito mundial de surf adaptado, en el que se ha coronado en la categoría de invidentes.
Este éxito cosechado gracias a la conquista de la quinta edición del US Open, que se ha desarrollado en California, se suma, entre otros, al triunfo obtenido el pasado julio en el Abanca Pantin Classic.
Lejos de pensar en colgar la tabla, el veterano Francesena ha encontrado una nueva motivación tras la inclusión del surf en el programa olímpico. El zarautztarra atisba en el horizonte su posible participación en unos Juegos Olímpicos. “No creo que para París 2024 hayan ya homologado también el surf paralímpico; esas cosas van despacio. Tengo ya una edad, intento cuidarme al máximo, y el cuerpo dará lo que tenga que dar. Pero si el cuerpo y la mente me aguantan, estaré en Los Ángeles 2028 compitiendo y dándolo todo”, comenta esperanzado Francesena, persiguiendo nuevos retos.