“La industrialización es la respuesta a la demanda social existente y a la imposición que viene de Europa de hacer las cosas mejor”, señala Koldo Monreal, director de Onhaus, empresa navarra que aporta soluciones constructivas para edificios eficientes ECCN, Passivhaus, de consumo cero o positivo. Pero para que este modelo se extienda en el sector de la construcción hace falta una transformación, un cambio de mentalidad, según tres expertos en la materia: Monreal, Maider Alzola, directora de Edificación e Infraestructuras de Tecnalia, y Aitor Saez de Kortazar, responsable de Construcción Sostenible de Ihobe, que se reunieron el pasado martes en el Hotel Domine para debatir sobre los cambios necesarios en la implementación de la construcción industrializada.
“El problema no está en la tecnología, la tecnología ya está, el problema está en el cerebro”, explicó el responsable de Ihobe. “Una de nuestras obsesiones es poner sobre la mesa herramientas necesarias para la toma de decisiones de una forma eficaz”, agregó. Al respecto, la directiva de Tecnalia apuntó que el sector tiene que cambiar la imagen que transmite.
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“Cuando se piensa en la construcción industrializada, mucha gente todavía piensa en la edificación soviética, se asocia con la baja calidad, y no es eso para nada”, lamentó. Y destacó el hecho de que todavía el 95% del ecosistema empresarial de la construcción industrializada son micropymes. “Necesitamos una inversión importante para poder hacer las cosas. Tenemos que hacer más músculo”, señaló.
Tecnalia trabaja con desarrollo y soluciones tecnológicas que traten de resolver los problemas que condicionan al sector con una apuesta clara por el pacto verde europeo, por la reducción de la huella de carbono. Así, el objetivo del centro tecnológico es impactar en las empresas y aportar soluciones desde el desarrollo de materiales hasta la robótica. Por su parte, en Ihobe, “el brazo ejecutor de las políticas y estrategias en materia debidamente sostenible del Gobierno vasco”, trabaja para generar criterios. “Al final diseñamos y desplegamos políticas estratégicas, metodologías e incluso leyes”, explicó Saez de Kortazar.
Lo que piden los clientes
“Pero, ¿qué es lo que piden los clientes?”, lanzó en su intervención el CEO de Onhaus. “Piden que las viviendas sean confortables, que sean eficientes, que sean baratas y que no tengan goteras. Si tuviéramos más conocimiento nos daríamos cuenta de que la industrialización es lo que nos va a permitir todo esto, porque va a ser más precisa. La industrialización va a ser la herramienta que nos dé la respuesta y el cliente va a empezar a valorar un edificio saludable y eficiente”, respondió.
“Y la eficiencia no es poner placas solares en el tejado. No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia. Es decir, no es más eficiente el que más placas solares coloca, sino el que menos necesita para conseguir lo mismo y eso te lo da la arquitectura de eficiencia energética. La industrialización es la respuesta a esa demanda social y a esa imposición que viene de Europa de hacer las cosas mejor”, sostuvo. “La industrialización es una necesidad, no nos queda otra porque no hay relevo generacional en la construcción y los perfiles que vienen son diferentes”, advirtió Alzola. Y es que la edad media en el sector está en estos momentos en 45 años. “Nos quedan cinco años de mano de obra para poner un ladrillo sobre otro”, coincidió Monreal.
La pregunta es: ¿Cuál es el perfil profesional del futuro? “Los oficios de antes, de toda la vida, igual tienen que cambiar y ser multidisciplinares y el arquitecto igual tiene que saber sobre analítica de datos”, apuntó la directiva de Tecnalia, quien instó a trabajar de la mano con el sector educativo. “Los planes de estudio se tienen que hacer desde la necesidad y todavía estamos lejos”, lamentó.
El responsable de Ihobe quiso poner también en valor los avances y aspectos positivos. “Creo que poco a poco vamos teniendo una masa crítica de actores que son relevantes y creo que tenemos una red interesante en el entorno cercano compuesto por industrias, centros tecnológicos, administraciones que nos lo creemos. Los mimbres empiezan a estar”, aseguró. Y avanzó: “Estamos elaborando un nuevo decreto para la gestión de residuos de construcción. Lo que vamos a intentar es que todos aquellos proyectos que vengan de la mano de incorporación de soluciones industrializadas minimicen o no tengan que pagar fianza por la gestión de residuos al ayuntamiento”.