El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha aplaudido el retorno de su país a la Liga Árabe en su primer gran discurso ante los jefes de Estado y de Gobierno de la organización regional, donde ha celebrado su vuelta como el comienzo de una era de solidaridad regional frente a un Occidente "vacío de principios y valores".
Desde Yedá, Al Assad ha reivindicado los vínculos indisolubles de su país con la organización. "El arabismo es el pasado, el presente y el futuro de Siria", ha declarado el presidente, doce años después de que la organización suspendiera a su país por el estallido de la guerra .
Los países miembros de la Liga Árabe, ha asegurado Al Assad, se encuentran ante una "oportunidad histórica para reorganizar sus asuntos con la menor interferencia extranjera posible", lo que requiere "reposicionarse en un nuevo mundo a través de la atmósfera positiva generada por reconciliaciones previas", como el acercamiento entre Irán y Arabia Saudí, los dos grandes rivales regionales.
"Hoy nos enfrentamos a una oportunidad para cambiar la situación internacional en un mundo multipolar, resultado del dominio de un Occidente vacío de principios, morales, amigos y aliados", ha añadido el mandatario sirio en su discurso, recogido por la agencia oficial de noticias siria Sana.
"Mientras celebramos esta cumbre en un mundo turbulento, surge la esperanza a la luz del acercamiento árabe-árabe, regional e internacional, que ha culminado en esta cumbre, que espero marque el comienzo de una nueva fase de acción árabe en solidaridad entre nosotros por la paz, en lugar de la guerra y la destrucción".
El Gobierno de Siria puso fin el lunes a más de una década de aislamiento en la Liga Árabe al participar la sesión preparatoria de esta cumbre, una semana después de ser readmitido en el organismo.
La reincorporación de Siria a la organización significa un nuevo paso en la normalización de las relaciones con el mundo árabe, a pesar de que Al Assad no ha mostrado hasta ahora disposición alguna a un cambio político en el país en el marco de un proceso de conversaciones con la oposición.
El presidente sirio ha intentado, sin embargo, acercarse a otras capitales para obtener apoyos y, especialmente, financiación para reflotar la economía siria y empezar la reconstrucción. En este contexto, ha utilizado los terremotos registrados en febrero en el sur de Turquía, que dejaron miles de muertos en el país árabe, como punta de lanza para reclamar fondos y ayuda internacional.