Pamplona – Osasuna abre hoy una nueva temporada con la visita del Espanyol a El Sadar. El partido, que iba a disputarse a las 17.00 horas, finalmente se jugará a las 22.00 horas por las altas temperaturas que habrá en Pamplona en la tarde de hoy. El primer partido de la presente temporada será también el de la vuelta de la afición a El Sadar, de parte de una afición que, precisamente, el último partido que ha visto en el estadio de Osasuna fue ante el Espanyol, hace casi un año y medio.
Osasuna llega al partido con las bajas de Aridane, Cote –tendrá que esperar para jugar su primer partido oficial como rojillo– y Rober Ibáñez, por lesión, a los que se suma Jaume Grau, fuera de la convocatoria por decisión técnica.
Arrasate sí ha incluido en la lista a Moncayola, recientemente incorporado al grupo tras su regreso de Tokio. Precisamente el de Garínoain es una de las dudas en el primer once de la temporada. El centrocampista, renovado este verano para los próximos 10 años, viene rodado tras la concentración con la selección española y conoce de sobra a qué juega este Osasuna, lo que podría suplir el hecho de que apenas acumula dos entrenamientos.
El de Berriatua no dio pistas ayer en rueda de prensa sobre si saldrá con uno o dos delanteros, argumentando que la colocación de los futbolistas es menos importante que el modelo de juego, pero lo cierto es que a lo largo de la temporada el equipo ha dejado mejores sensaciones con un único punta, sobre todo a la hora de presionar en campo contrario, uno de los elementos claves en la idea de juego de Arrasate.
Las otras dudas del once podrían estar en el centro de la zaga, donde Unai García debería partir con ventaja sobre Ramalho y Unai Dufur, a pesar de las muy buenas sensaciones que el segundo dejó en los amistosos ante Real Sociedad y Liverpool, y en la banda derecha –en la izquierda debería ser fijo Rubén García–, donde, a tenor de lo visto en pretemporada, Kike Barja parte con ventaja sobre Roberto Torres.
En la punta de ataque, posición en la que Arrasate cuenta con tres delanteros de alrededor de 10 goles en sus últimas campañas, Budimir debería de partir con algo de ventaja sobre el Chimy, Kike García y Barbero.
Los rojillos recibirán en el feudo rojillo a un recién ascendido de los que engañan. Los catalanes, que hace dos temporadas descendieron a Segunda División tras 26 temporadas consecutivas en la élite, han vuelto a Primera tras una campaña en la que han sido poco menos que una apisonadora en la categoría de plata y su objetivo para esta temporada debería ser como mínimo el de una permanencia holgada.