Con la emoción contenida y el objetivo de que "se haga justicia para nuestra amiga y todas las que puedan venir después", una veintena de amigas de la cortesina Sara Pina, acompañadas por decenas de vecinos de Tudela, se concentran frente al Palacio de Justicia de la localidad, donde presta declaración su supuesto asesino José Maria Uruñuela. Al grito de "No son muertes, son asesinatos", reivindican a su amiga.
Un poco de las 11 de la mañana han llegado un furgón de la Guardia Civil, entre gritos de indignación de los presentes. El supuesto asesino ha entrado sin que se le viera. Los gritos de Justicia para Sara, acompañados de lágrimas e insultos han protagonizado su llegada a los juzgados, completamente acordonados por Policía Foral y Nacional.
"Estamos hartas de tanto feminicidio", "Chema, Sara no era tuya", Chema, tus cerdos eran mejor que tú", "Basta de violencia de género" y "Nos están matando y nos queremos vivas" son algunas de las frases con las que más de un centenar de personas se concentran esta mañana en la localidad ribera, . Todo resumido en Justicia para Sara, que corean una y otra vez.
Una de las portavoces de la plataforma Luchemos por Sara ha explicado que "estamos aquí para ser la voz de nuestra amiga Sara y apoyar con fuerza a su familia". "No olvidamos al resto de las mujeres asesinadas y a sus familias como la mujer asesinada ayer -en Granada-. Estamos hartas de la violencia machista, queremos justicia para Sara y para el resto de las víctimas", ha afirmado.
La portavoz ha asegurado que "el sistema patriarcal sostiene a estos asesinos que tienen nombre y apellidos". "Queremos justicia, estamos hartas de la violencia contra las mujeres, necesitamos que esto cambie porque nos están matando", ha añadido.
Uno de los presentes en la concentración como "un vecino mas" es el alcalde de Cortes, Fernando Sierra, quien ha señalado que "en días como hoy el dolor por el asesinato de Sara vuelve a ser más intenso" y ha valorado la posibilidad de que "cuándo todo pase, hacer algo en la localidad para que se recuerde siempre a Sara". El alcalde ha hecho hincapié en la "rabia contenida que se vive en cortes. Es muy duro lo que está pasando. Duele y mucho cuando pasa tan cerca" y ha recordado que es una familia muy querida en el pueblo.
EL TRASLADO
José María Uruñuela Ansó, marido y supuesto asesino de Sara Pina Yeregui, fue trasladado ayer martes desde París a Madrid para que este miércoles declare ante la juez de Tudela. Todo apunta a que el Ministerio Fiscal solicitará su ingreso en prisión provisional como supuesto autor de un delito de asesinato.
La Policía Nacional se encargó del traslado del detenido desde París al aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid, donde se hizo cargo de él la Guardia Civil, que ha sido quien este miércoles por la mañana lo trasladó al juzgado de Tudela. José María Uruñuela Ansó pasó la noche en Madrid.
Fuentes del TSJN informaron ayer que está previsto que el supuesto autor del crimen de Tudela, de 41 años y natural de Gallur (Zaragoza), comparece ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Tudela, encarga de investigar los delitos de violencia contra las mujeres en el partido judicial de la capital ribera. El Ministerio Público solicitará previsiblemente su ingreso en prisión provisional dada la gravedad de los hechos investigados y para prevenir el riesgo de fuga.
VARIAS CUCHILLADAS Uruñuela Ansó fue detenido el pasado 11 de enero en la localidad francesa de Boisredon, después de que el juez de guardia de Tudela ordenara su arresto, al considerar que existen indicios de que entre los días 8 y 9 de enero mató a su esposa Sara Pina asestándole "con gran violencia varias cuchilladas". Tras presuntamente perpetrar el crimen, José María Uruñuela Ansó abandonó España y fue localizado en su vehículo en Francia gracias al GPS que tenía incorporado su furgoneta Peugeot Rifter. Un tribunal de Poitiers autorizó la semana pasada la entrega del detenido a España para que responda del asesinato de su esposa. La vivienda en la que el matrimonio vivía en Tudela, situada en el paseo de Pamplona, no se encontraba forzada y, además, según constaba en la resolución judicial, el investigado dejó su teléfono móvil en la casa antes de darse a la fuga. El cadáver de su mujer, una profesora de 38 años y natural de Cortes, fue encontrado la mañana del lunes, 10 de enero, después de que su familia alertase de que no había podido contactar con ella durante el fin de semana.