"No fue fácil tomar la decisión", confiesa Joxemari Gabilondo, director adjunto del instituto de Secundaria Beasain BHI, "pero era una medida que teníamos que tomar". Gabilondo estaba preocupado por lo que veía en el patio del centro. Hacía tiempo que los móviles estaban prohibidos en las aulas pero no el patio. Por ello, los alumnos "cuando salían de clase al patio, enseguida sacaban los móviles del bolsillo". Y al llegar al patio, la situación no era mejor: "ves que todo el rato los críos y las crías andan con el móvil y era una situación que no nos gustaba demasiado".
Entonces decidieron adoptar una medida pionera: prohibir el uso de los móviles en todas las instalaciones del centro para los 438 alumnos de 1º y 2º de la ESO. Durante más de cinco horas, estos chavales deben permanecer desconectados de las redes sociales y dejar las pantallas de sus móviles a un lado. "Lo pueden traer -nosotros no nos metemos en cada casa qué permisividad tienen- pero no lo pueden sacar. Pero, como no lo pueden utilizar, en la mayoría de los casos no tiene sentido traerlo".
Entrevistado en Onda Vasca, Joxemari Gabilondo explica que "cada centro tiene un perfil de alumnado distinto. Al nuestro llegan un montón de alumnos de los pueblos de alrededor. Entonces es muy importante que en el cambio de etapa, se adecúen, hagan amigos entre ellos y socialicen. Claro, con el móvil algunos no socializan demasiado. Al final, si sales al patio con el móvil, estás jugando, y luego vas a clase... digamos que eso que es el patio -intentar hacer amigos, conocer a amigos para que en un futuro te puedan ayudar en lo que sea, en los estudios o en otros ámbitos- no lo estás haciendo. Por eso, vimos que era una medida que teníamos que tomar".
Llevan unas dos semanas testando la medida, desde que comenzó este curso, y de momento están muy contentos. "La verdad es que la experiencia que estamos teniendo es muy positiva. Hemos tenido dos alumnos repetidores que, al final por la costumbre que tenían del año pasado, han sacado el móvil y se los hemos quitado, pero sin más. Ahora que no hay móviles, vemos otro patio que a nosotros nos gusta más".
También los profesores
La prohibición de usar móviles en todas las instalaciones del instituto es, de momento, para los alumnos de 1º y 2º de la ESO pero, visto el resultado, la dirección del centro no descarta extender la medida a cursos superiores. A quienes también afecta es a los profesores. "Nosotros somos el ejemplo para ellos. Al fin y al cabo, poner una norma y si no la cumple el profesor, es una norma que no tiene mucho futuro". Por ello, la dirección habló con los profesores y, para estos, estableció una excepción: "el móvil es una herramienta que pueden utilizar solo en los departamentos o en la sala de profesores y para el trabajo".
Gabilondo confiesa que la decisión adoptada "nos tiene muy atareados" y aclara: "es una decisión que tomamos el año pasado cuando entramos en el equipo directivo y, bueno, cuando decides hacer un cambio así, siempre tienes la preocupación de ver qué pasará. Viendo la respuesta que está teniendo, la verdad es que estamos muy contentos e ilusionados".
Prohibirlos no, educar sí
Joxemari Gabilondo, sin embargo, no es partidario de prohibir a los jóvenes y adolescentes el uso de los móviles en todos los ámbitos, pero sí de enseñar a utilizarlos de manera correcta "aunque no es fácil". Cree que "el móvil es un pequeño ordenador y puede ser una herramienta muy útil, pero hay que educar a la gente sobre cómo utilizar estas herramientas". Y pone el foco en que "estamos hablando de alumnos de 12 - 14 años". Añade que "es un aparatito al que ponerle los límites es muy difícil". Por eso, considera que "hay que educar a todo el mundo para utilizarlo correctamente". E insiste "a todos, empezando en las casas, en las aulas... en todos los sitios".