Al menos 25 personas han muerto por las intensas lluvias que castigan el sureste de Brasil, según han informado este domingo fuentes oficiales, que también han confirmado otros trece fallecimientos en el estado de Espíritu Santo.
En todos los casos, la causa de las muertes han sido los fueron deslizamientos de tierras que han arrastrado viviendas situadas en cerros y en zonas de alto riesgo.
Las tempestades de la noche del viernes han afectado a diversas zonas del sureste del país, pero han tenido una especial incidencia en la región serrana situada a unos 100 kilómetros de la ciudad de Río de Janeiro.
Aunque las lluvias han cesado, Río de Janeiro y Espíritu Santo siguen este domingo en "estado de alerta" y las autoridades mantienen acuartelados a los miembros del cuerpo de Bomberos y Defensa Civil.
El servicio meteorológico ha alertado de que los temporales podían extenderse a otras zonas del sureste de Brasil, como los estados de São Paulo y Minas Gerais pero, aunque ha llovido en esas regiones, la intensidad no ha sido la que estaba prevista y no se han registrado víctimas ni daños materiales.