El Gobierno ucraniano ha denunciado un nuevo ataque ruso contra un convoy de evacuación humanitario en la localidad de Kupiansk, región de Járkov (en el noreste del país), que se ha saldado al menos con 26 muertos y 81 heridos.
La Policía de Zaporiyia informado de este nuevo balance, según recoge la agencia de noticias Interfax Ucrania. Entre los fallecidos hay dos menores de edad y un militar que se encontraba de guardia en un control de carretera y que resultó afectado por la metralla.
Además hay 81 heridos que han sido trasladados a centros sanitarios, incluida una niña de tres años.
El gobernador ucraniano de la región, Oleg Sinegubov, ha asegurado que "ocupantes rusos atacaron a civiles que intentaban escapar de los bombardeos". Esta es una brutalidad que no tiene justificación", ha hecho saber en su canal de Telegram.
Convoy de civiles
En el lugar se encuentran ahora agentes del orden y peritos que han comenzado a investigar el alcance exacto del bombardeo denunciado por Ucrania.
Hasta tres proyectiles de una batería antiaérea S-300 han impactado a las 7.10 horas sobre el control donde estaba esperando un convoy de civiles para salir de la región, según la prensa ucraniana.
Esta denuncia tiene lugar 24 horas después de que Ucrania y Rusia se enzarzaran en un cruce de acusaciones sobre un ataque contra un "convoy humanitario" en la región de Zaporiyia que ha dejado al menos 30 muertos y 118 heridos, según el último balance dado a conocer este sábado por el alcalde de Melitopol, Ivan Fedorov.
Kupiansk, en principio, fue liberada por las fuerzas ucranianas a principios del mes pasado durante su gran ofensiva en el este del país, aunque todavía era escenario de combates.