Unos 50 policías y un número indeterminado de manifestantes han resultado heridos en los graves disturbios ocurridos durante la pasada noche en la ciudad alemana de Leipzig por las protestas por la condena de prisión impuesta a una activista de extrema izquierda. Al menos 30 personas han sido detenidas y entre 40 y 50 han sido arrestadas y han sido ya puestas en libertad.
Un portavoz de la ciudad ha explicado que los manifestantes lanzaron artefactos incendiarios, piedras y botellas contra los agentes durante la manifestación, celebrada en la plaza Alexis-Schumann, en la periferia sur de la ciudad.
El jefe de la Policía de Leipzig, René Demmler, ha resaltado la violencia "extrema y sin sentido" de los "vándalos" durante las protestas, celebradas a pesar de que no tenían autorización oficial.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, ha subrayado que esta violencia "no se puede justificar de ninguna manera". "Los que lanzan piedras, botellas y artefactos incendiarios contra los agentes de policía deben rendir cuentas por ello de forma consecuente", ha advertido.
Periodistas de DPA han informado de que durante la noche se levantaron barricadas de contenedores de basura y palés incendiados en el distrito de Connewitz. Poco antes de las 23.00 horas la policía empezó a sofocar el fuego de las barricadas con cañones de agua.
Además, se lanzaron petardos en la calle antes de la celebración de la multitudinaria manifestación denominada Día X, prohibida judicialmente por el riesgo de violencia, en la que participaron más de 1.500 personas y que implicó el despliegue de 1.000 agentes.
El alcalde de Leipzig, Burkhard Jung, ha defendido la actuación policial tras las críticas. "Tenemos la desgracia de que los elementos extremistas se han mezclado con manifestantes pacíficos y lo han aprovechado", ha subrayado antes de calificar a los responsables de "delincuentes locos". Además, ha justificado la prohibición de otras dos manifestaciones convocadas al hilo de la anterior por el riesgo de violencia.
"El motivo es la experiencia de la tarde del sábado", ha explicado un portavoz de las autoridades municipales en declaraciones a DPA. En concreto hay una orden general que prohíbe las manifestaciones el sábado y el domingo que ampararía la decisión.
Diputados del Parlamento regional de Sajonia han criticado la "escandalosa" prohibición. "Ayer se suspendieron los derechos básicos. Pedimos al alcalde y a la Policía que no sigan haciendo de la ciudad una zona sin derechos fundamentales", han apelado los diputados regionales del partido La Izquierda Juliane Nagel y Marco Boehme.
La protesta se convocó después de que el miércoles el Tribunal Regional Superior de Dresde condenara a la militante de extrema izquierda Lina E. a cinco años y tres meses de prisión por pertenencia a organización criminal y agresión a individuos de extrema derecha.
Otros tres acusados fueron condenados en el mismo fallo a penas de prisión que van desde los dos años y cinco meses hasta los tres años y tres meses de cárcel.
Tras los disturbios de Leipzig se han convocado concentraciones y manifestaciones de solidaridad en varias ciudades de Alemania, incluida la de Leipzig, convocada para protestar por la brutalidad policial, aunque finalmente ha sido prohibida.