Al menos once civiles han muerto este sábado por el estallido de una bomba lanzada por el grupo rebelde Movimiento 23 de marzo (M23) en una localidad del noreste de la República Democrática del Congo (RDC), según han confirmado a EFE las autoridades locales.
El incidente ha ocurrido en la localidad de Ngesa, situada en el territorio de Masisi, en la provincia de Kivu del Norte.
"Todavía tenemos un balance de once civiles muertos tras una bomba lanzada por los rebeldes del M23, que no respetan ninguna noción de derechos humanos", ha declarado a EFE por teléfono el administrador del territorio de Masisi, coronel Remy Matadi Zola.
"Abandonaron la línea del frente donde luchaban con nuestras fuerzas Wazalendo (milicias que apoyan al Ejército congoleño) y patriotas para atacar a estos civiles de Ngesa. La bomba ha caído sobre una casa. Condenamos este acto deliberado de estos rebeldes", ha deplorado Zola.
Según esta autoridad, cinco personas han resultado heridas y han sido trasladadas a un centro de salud para recibir atención médica.
Sin embargo, en el frente los combates continúan entre las Fuerzas Armadas de la RDC (FARDC) y los rebeldes del M23, que controlan el centro de Masisi.
"Los rebeldes lanzaron una bomba en Ngesa, que causó víctimas y heridos. La situación sigue tensa porque esta bomba sólo alcanzó a civiles mientras la línea del frente está en otra parte. Esto es un sabotaje que han hecho estos rebeldes", ha dicho por teléfono a EFE el vicepresidente de la sociedad civil de Masisi, David Mwisa.
El M23, que cuenta con apoyo de Ruanda, según la ONU y países como EE.UU., Alemania y Francia, tomó el fin de semana del 15 y el 16 de febrero Bukavu, estratégica capital de Kivu del Sur, vecina de Kivu del Norte, cuya capital, Goma, ocupó también el pasado 27 de enero.
El grupo controla ahora las capitales de esas dos provincias, fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamental en la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.
El número de muertos por el conflicto en Goma y alrededores superó los 8.500 desde enero, aseguró el pasado 27 de febrero el ministro congoleño de Salud Pública, Samuel Roger Kamba.
El pasado 24 de febrero, la primera ministra de la RDC, Judith Suminwa, afirmó en Ginebra que, según las cifras del Ministerio de Salud Pública, desde enero de 2025 el conflicto ha provocado la muerte de más de 7.000 congoleños, de los que 2.500 han sido enterrados sin identificar.
La actividad armada del M23, grupo formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994, se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte.
Desde entonces, el grupo ha avanzado por varios frentes, lo que ha elevado los temores de una posible guerra regional.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).