Al menos una persona ha muerto y 22 han resultado heridas, incluidos niños, en un tiroteo que ha tenido lugar este miércoles en Kansas City, en el estado de Misuri, durante el desfile de celebración por la victoria del equipo de fútbol americano de los Chiefs en la LVII Super Bowl.
La jefa de la Policía de Kansas City, Stacey Graves, ha confirmado el balance de víctimas y ha indicado que las autoridades han detenido a tres personas en relación con el tiroteo. Poco antes, había indicado que un sospechoso había sido arrestado tras ser perseguido por la Policía después de los disparos. Además, han recuperado un arma de fuego.
"Estoy enfadada por lo que ha pasado hoy. La gente que ha venido a este evento se esperaba un ambiente seguro", ha reconocido Graves durante una rueda de prensa en la que ha remarcado que la investigación está en sus etapas iniciales y que están trabajando para identificar a la víctima mortal.
Muchos niños entre los heridos
Si bien Graves no ha dado detalles de los heridos, el jefe del Departamento de Bomberos de Kansas City, Ross Grundyson, ha detallado que ocho personas presentan heridas que ponen "inmediatamente" en peligro su vida, siete tienen heridas que ponen en peligro su vida y seis heridas leves.
El Hospital Children's Mercy ha indicado en declaraciones a la cadena de televisión CBS News que está tratando a doce pacientes, de los cuales once son niños y nueve tienen heridas de bala.
Tanto la gobernadora del estado de Kansas, Laura Kelly, como el gobernador del estado de Misuri, Mike Parson, se encontraban presentes en el desfile y han indicado en la red social X, antes conocida como Twitter, que han sido evacuados de forma segura.
Poco después, Kelly ha señalado que "hoy, un día en el que se debería celebrar la notable habilidad y éxito de los Chiefs, se ha convertido en un día de luto" y ha agregado que este ataque "va en contra" de "todo lo que representan".
"Estoy desconsolado. No quiero que en nuestro país, en cada gran evento, tengamos que pensar en el temor de que nos disparen", ha expresado el alcalde de Kansas City, Quinton Lucas, durante una rueda de prensa.
Se descarta un acto terrorista
Según las primeras investigaciones preliminares, se descartan motivos terroristas, si bien por el momento no está clara la motivación. Se esperaba la asistencia de alrededor de un millón de personas al evento y el despliegue de 800 agentes.
Este ataque se ha convertido en el tiroteo masivo número 49 en Estados Unidos en lo que llevamos de año, según la organización The Gun Violence Archive (Archivo de Violencia Armada, en inglés).
Nuevo llamamiento de Biden
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha lamentado este miércoles el tiroteo que ha tenido lugar en Kansas City y ha pedido de nuevo una prohibición de las armas de asalto.
"La Super Bowl es el acontecimiento más unificador de Estados Unidos. No hay nada que nos una más. Y la celebración de la victoria en la Super Bowl es un momento de alegría incomparable para el equipo ganador y sus seguidores. Que esta alegría se convierta hoy en tragedia en Kansas City cala hondo en el alma estadounidense", ha manifestado.
Biden ha aseverado que "los acontecimientos de hoy deberían conmovernos, escandalizarnos, avergonzarnos" para "actuar" ante la violencia armada. "¿A qué estamos esperando? ¿Qué más necesitamos ver? ¿Cuántas familias más tienen que ser destrozadas?", ha cuestionado a través de un comunicado de la Casa Blanca.
Así, ha aprovechado la ocasión para volver a pedir una serie de medidas que incluyan la prohibición de las armas de asalto, el límite de los cargadores de gran capacidad o el refuerzo de los controles de antecedentes. "Es hora de actuar (...) Sabemos lo que tenemos que hacer, solo necesitamos el valor para hacerlo", ha afirmado.
El mandatario ha recordado que este miércoles se han cumplido seis años del tiroteo en el instituto Marjory Stoneman Douglas en Parkland en el que un joven de 24 años armado con un fusil de asalto mató a 17 personas --14 estudiantes y tres trabajadores-- e hirió a otras catorce, y ayer hizo un año del tiroteo en la Universidad Estatal de Michigan, en el que murieron tres alumnos y cinco resultaron heridos.