De la imprenta foral acaba de salir un nuevo libro, Canteras moleras en el Parque Natural del Gorbeia, que fue presentado ayer por la directora de Medio Ambiente y Urbanismo, Natividad López de Munain, junto a sus autores Javi Castro, Iñaki García Uribe, Luiso López y Esteban Etxebarria, todos ellos investigadores altruistas de nuestros tesoros etnográficos, pero profesionales ligados, desde hace muchas décadas, a las Sociedad de Ciencias Aranzadi.
Es decir, el texto, editado por la Diputación Foral, tiene detrás una concienzuda labor de investigación de diez años, que ha sacado a la luz y puesto en valor uno de los muchos secretos que, aún hoy día, esconde Gorbeia: la existencia de un total de 147 canteras moleras, en las que desde al menos el siglo XVI, se extrajeron miles de piedras de molino o muelas, que supusieron un negocio bastante lucrativo para los maestros canteros que a ello se dedicaban, hasta hace poco más de un siglo que, con la llegada de la electricidad, dejó a los molinos harineros sin razón de ser. “Es la cifra que hemos catalogado, que no significa que no haya más. Ahí queda nuestra investigación como base de datos abierta al público, para quien quiera seguir investigando”, explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Javi Castro, el alma mater de una investigación, que ha terminado implicando a más de medio centenar de informantes y colaboradores, en el profuso trabajo de localización de cada muela.
De hecho, desde 2013, sus autores han recorrido los valles y montes del Gorbeia en busca del conocimiento olvidado, de piezas únicas de etnografía dispersas por el territorio. Un trabajo que contribuye al incremento del valor cultural e histórico de este parque natural que comparte Araba y Bizkaia.
Desde los pastizales de la cumbre, hasta los hayedos trasmochos modelados para el carboneo, el trasiego de usos ha sido intenso en este parque natural. Poco a poco se van conociendo profesiones, costumbres y actividades económicas ligadas al mismo. Concretamente hay constancia de abejeras, castañeras, viveros, caleros, fuentes o loberas a las que se ha unido el conocimiento de una nueva pieza como son las canteras moleras. Y es que las rocas que modelan el macizo de Gorbeia fueron una fuente vastísima de muelas o piedras moleras, y el estudio que muestra esta publicación confirma la zona, como uno de los conjuntos de este tipo de cantería más importantes de Europa. En este sentido, Iñaki García Uribe, otro de los autores del libro, ha explicado en la presentación que “hemos hecho historia posicionando a Zigoitia, Zuia y Orozko, por este orden, en los tres municipios con más canteras moleras catalogadas”.
Es, por tanto, un valor añadido de este patrimonio etnográfico, cultural y de la antigua profesión de quienes vivían en ese entorno natural siendo las piedras moleras un elemento fundamental.