Álava ha dado un paso más para hacer realidad el deseo que tienen ocho de cada 10 mayores del territorio: el de poder seguir viviendo en su domicilio, siempre que sea posible, con el objetivo de retrasar al máximo la entrada en una residencia.
No en vano, la Diputación Foral ha anunciado hoy que el próximo lunes inicia el proyecto piloto Etxean Bai en colaboración con Cruz Roja Álava que se dirige a todas esas personas con dependencia con grados 2 y 3, principalmente ancianos que están siendo cuidados en su domicilio, y también a personas de más de 18 años con una discapacidad mayor del 33% y problemas de salud mental.
24 hora al día
En concreto, este programa, que impulsa la institución foral proporciona un seguimiento telemático las 24 horas del día, permitirá mantenerse en contacto estrecho con un equipo profesional que realizará un seguimiento periódico de su situación. De esta forma, desde el propio domicilio del usuario se monitorizará su peso, su presión arterial, se ofrecerán datos de movilidad y recordatorios de medicinas y hasta de listas de la compra. Al mismo tiempo, dará apoyo a las personas cuidadoras para mejorar también su calidad de vida.
Se trata, por tanto, de una teleasistencia avanzada que se personalizará al máximo gracias a las valoraciones que se hagan del estado de cada usuario
En esta primera fase, que es la fase piloto y que durará un año, participan 50 personas, pero, como ha subrayado el diputado general, Ramiro González, nace con vocación de extenderse a todas las personas que se pueda del territorio. Este caso es el de las 5.300 domiciliadas en Álava susceptibles de beneficiarse de este servicio, de las cuales 2.800 son mayores de 65 años con grados 2 y 3.
El proceso
El Instituto Foral de Bienestar Social (IFBS) realiza el proceso de selección de las personas en función de sus características, las deriva a Cruz Roja de Álava para que sean atendidas con el Plan Foral Etxean Bai, y se encarga de supervisar toda la intervención.
“Con Etxean Bai pretendemos contribuir a retrasar la entrada de estas personas en residencia. Un motivo por el que una persona reclama una atención con mayor intensidad en una residencia es que se siente insegura en su hogar, y lo mismo puede pasarle a la persona cuidadora. Etxean Bai va a mejorar el sentimiento de seguridad de la persona, de estar arropada permanentemente en su hogar, porque siempre va a haber una persona al otro lado de la solución tecnológica”, ha remarcado González.
Con este proyecto también se mejorará la vida de las cuidadoras y cuidadores familiares, “descargándoles de la tarea del cuidado, y adiestrándoles en las habilidades técnicas y personales del cuidado y autocuidado”, sin olvidar que puede constituir un remedio para la soledad no deseada.
Nuevos modelos asistenciales
El regidor de Álava ha recordado que la Estrategia de Cuidados de Larga Duración de Álava establece “la necesidad de reformular nuevos modelos asistenciales, bajo la premisa de la innovación”
En este sentido, Etxean Bai, “ordena, amplía y completa” los apoyos que el Departamento de Políticas Sociales de la Diputación Foral ya proporciona a las personas dependientes en domicilio, como los centros de día y centros ocupacionales, el Servicio de Ayuda a Domicilio, o las prestaciones económicas.
“Pero Etxean Bai tiene vocación de dar un paso más. El equipo de profesionales que lo integra se valdrá de una plataforma telemática conectada con cada hogar para posibilitar realizar actividades de seguimiento y monitorización, de prevención, de detección de riesgos, de generación de planes personalizados, formación y capacitación de personas cuidadoras. Desde este programa se ofrecerá también, a quien lo desee, un servicio de asesoramiento, orientación y apoyo en la búsqueda, selección y posterior contratación de asistentes personales”, ha matizado.
Estudio individualizado
La plataforma tecnológica de Etxean Bai gestionará los dispositivos instalados en los hogares, permitiendo hacer un estudio individualizado de cada caso y posibilitará, entre otras funciones, habilitar alarmas encaminadas a reducir los riesgos de accidentes, prevenir situaciones de depresión, deterioro y aislamiento, gestionar emergencias sanitarias y sociales, controlar pautas de alimentación, sueño, higiene y salidas a deshoras, y realizar campañas, recordatorios preventivos y avisos personalizados.
González ha puesto en valor que el pilotaje de este proyecto lo realice Cruz Roja de Álava, una “entidad muy valorada en el territorio, con una larga trayectoria en la atención a las personas y con experiencia en soluciones tecnológicas de asistencia a las personas”.
Nuevas necesidades
Jesús Cantero, presidente de la entidad que desarrolla el proyecto de la Diputación Foral, ha señalado que Cruz Roja viene prestando atención desde hace años al “envejecimiento de la población, el aislamiento y la soledad no deseada. Sabemos cuáles son sus consecuencias y trabajamos desde diferentes áreas para paliarlas. La pandemia visibilizó este tipo de situaciones y puso de manifiesto nuevas necesidades entre la sociedad, sobre todo entre perfiles vulnerables y personas mayores”
“Ahora, de la mano de la Diputación Foral de Álava, ponemos en marcha un servicio digital basado en las capacidades de la inteligencia artificial y las tecnologías, fomentando el autocuidado y promoviendo el bienestar físico, mental y emocional, gracias a un sistema que analiza el modelo de vida en función de las rutinas diarias, detectando de forma proactiva situaciones de peligro que puedan producirse en el hogar y facilitando la comunicación con sus seres queridos y familiares”, ha añadido.
Tanto el diputado general de Álava como el presidente de Cruz Roja de Álava han puesto énfasis en señalar que el proyecto, además del elemento tecnológico, tiene como componente principal a las personas que están al otro lado.
En palabras de Cantero, “la tecnología en el cuidado de las personas dependientes no es un sustituto de la atención personalizada y el cariño que se les debe dar, aunque puede ser una herramienta muy valiosa para mejorar su calidad de vida y hacer más llevadero el trabajo de quienes se encargan de cuidarlas. Por eso desde Cruz Roja apostamos por un modelo híbrido de tecnología humanitaria, realizando encuentros presenciales de las personas usuarias, formando a las personas cuidadoras y acompañando y asesorando a las familias”