La mascarilla, quizá el principal símbolo de esta larga pandemia, ha dejado de ser obligatoria desde hoy en la mayoría de espacios interiores.
Casi dos años después de que el Gobierno central aprobase la obligatoriedad de usarla casi sin excepciones y a la vista de la buena evolución de la crisis sanitaria, el propio Ejecutivo de Pedro Sánchez ha seguido la estela de la mayoría de países del entorno y a partir de ahora el cubrebocas ya solo será necesario en los ámbitos sanitario y sociosanitario, así como en el transporte público.