Álava ya cuenta con un Plan Foral de Emergencias para el territorio histórico que ha sido elaborado contando con la opinión de todos los agentes, administraciones y entidades que pudieran estar implicadas y teniendo en cuenta una extensa relación de riesgos que se pudieran presentar. Las explicaciones de este Plan Foral de Emergencias (PETHA) las ofreció ayer, en una comparecencia ante la Comisión de Equilibrio Territorial de Juntas Generales, la diputada Irma Basterra, acompañada por el subinspector del Organismo Autónomo de Bomberos, Javier Vergara Falces.
Este subinspector fue el encargado de dar cuenta de un resumen del PETHA y de las diferencias que hay con respecto a las medidas que han existido hasta ahora. En ese sentido, comentó que el plan tiene como objetivo analizar las amenazas a colectivos de personas o de bienes ante tres grandes bloques de situaciones en los que se han englobado los riesgos: los naturales, los tecnológicos y los antrópicos.
Entre los primeros, los naturales, se detuvo en detallar los incendios forestales, dado que Álava tiene el 68% del territorio incluido en la Red Natura 2000, los parques, los biotopos y los humedales. También se tienen en cuenta los problemas debido a la meteorología, los sísmicos (aunque en Álava no se ha superado nunca el grado 6), los deslizamientos de tierra, para lo que se han estudiado todos los espacios con pendientes superiores al 20%, y los hidrológicos.
En cuanto a los riesgos tecnológicos se han tenido en cuenta todos los relacionados especialmente con empresas, y en concreto sobre fabricación, manipulación, transporte, residuales y fallos con elementos que puedan generar problemas.
Por último, en cuanto a los antrópicos, estos se refieren al tráfico y el transporte, así como a la movilidad en su sentido más amplio.
Organización
En cuanto a la organización del plan se han tenido en cuenta especialmente la inclusión del Organismo Autónomo de Bomberos de Álava, que no existía y ahora se incorpora plenamente, así como el Centro de Coordinación. En base a esa organización se generarán –en su momento– las fases de alerta, emergencia y postemergencia y la asignación de medios y recursos para solucionar las situaciones que pueden ser con medios propios (como los bomberos), los asignados (las diversas policías) o los conveniados.
Todo este plan se está comenzado a desarrollar con la asignación de responsables; su difusión; la formación, realización de ejercicios y simulacros, y la información a la población de los riesgos y de las medidas que se deben adoptar. Todo ello se irá desarrollando en fechas próximas.
Finalmente, se detallaron las diferencias que existen entre las medidas anteriores y el actual plan. En primer lugar se puso en evidencia que el análisis de riesgo es más detallado y completo en información: se está trabajando en un Plan de Prevención; se ha incorporado el Centro de Incorporación y el Organismo de Bomberos; se han establecido niveles de riesgo y se van a elaborar planes sectoriales.
Comunidades energéticas
Antes de esta comparecencia, la diputada de Equilibrio Territorial compareció para dar cuenta sobre el informe relativo a la participación de los concejos en las comunidades energéticas, y sobre el estado de ejecución de la ampliación de dicho informe.
Irma Basterra anticipó que ese informe, que servirá como hoja de ruta, estará finalizado en breve “porque es nuestra obligación y la manera de garantizar que va a hacerse con éxito y que las personas que impulsan, que gestionan estos proyectos, lo hagan con la seguridad del cumplimiento de las reglas de juego que nos aplican”.
La diputada reconoció las dificultades para llevar a cabo estas comunidades debido a que apenas existe legislación nacional, excepto una pequeña aportación en la Ley del Sector Eléctrico. Por ello el nuevo informe pretende ser esta hoja de ruta para la correcta constitución de una CEL. Tiene vocación más general, intenta abordar plenamente diversas cuestiones jurídicas planteadas por Entidades Locales y estará a disposición de todas las Entidades Locales .