A punto de cumplir tres meses desde el fatal accidente de Sergio Rico, su recuperación parece que va comenzando. Aunque sigue ingresado en el hospital, no ha estado solo ni un momento desde que su esposa, Alba Silva, fue a verle nada más conocer la noticia. El futbolista se cayó de un caballo en las fiestas de El Rocío, con tan mala suerte que la caída le provocó un grave traumatismo craneoencefálico que le llevó a estar inconsciente y a estar a punto de perder la vida.
Por fortuna, el portero del Paris Saint-Germain va recuperándose y todos sus progresos nos los cuenta su mujer, Alba Silva, con la que contrajo matrimonio hace un año. A través de Instagram, red en la que cuenta con más de 200 mil seguidores, la periodista no ha dejado de enviar en público mensajes de amor hacia su marido. Hace poco publicaba una carta en la que hacía balance de estos larguísimos meses en el hospital: "Ya pesa un poquito, la verdad. Son más de dos meses y medio y sí, no es fácil", advertía, y mostraba sus ganas de poder irse pronto a casa los dos juntos: "Estamos esperando un poco lo que dicen los médicos, a ver si puede ser que pronto nos podamos ir a casa". Y es que, por lo que se deduce de las palabras de Silva, su marido tiene muchas ganas de regresar a su hogar y retomar su vida habitual en cuanto tenga oportunidad de hacerlo. "Está deseando hacerlo", subraya su esposa.
Un pilar fundamental
Antes de recibir el alta, el futbolista debe someterse a diversas pruebas para garantizar que se encuentra en buenas condiciones para abandonar el hospital. Y, aunque al principio, su cuerpo tardó en reaccionar, el último mes ha evolucionado favorablemente en tiempo récord. Por ello, los sanitarios no descartan que en las próximas semanas pueda volver a casa: "Hay que esperar cómo va la evolución de todo lo que le han hecho", señala su mujer. Y siguiendo esa evolución estará, día a día, Alba Silva, quien, pase lo que pase, va a seguir unida a él. La periodista está recibiendo el apoyo y el cariño de personas anónimas y conocidas que han querido darle muchos ánimos en esta difícil situación que está atravesando el matrimonio.