Los alcaldes de Tiebas, Biurrun, Barásoain, Garínoain y Pueyo están “preocupados” e “inquietos” por las expropiaciones que se van a realizar en dichas localidades para construir el subtramo Tafalla-Campanas del TAV, la actuación que llevará la alta velocidad hasta la Comarca de Pamplona y que va a ponerse en marcha –al menos en los trabajos previos– para este año.
En un comunicado, dichos ayuntamientos convocan a una rueda de prensa en la que transmitirán la “preocupación e inquietud” que les ha generado “la publicación en el Boletín Oficial del Estado del trazado del TAV a su paso por Campanas-Tafalla. En concreto, el impacto ambiental y económico que va a suponer la cantidad de expropiaciones y las zonas vertedero que van a rodear nuestros municipios”, tal y como asegura la Marisa Serrano, alcaldesa de Biurrun-Olcoz.
El Boletín Oficial del Estado publicó el pasado 12 de enero la relación de parcelas que van a expropiarse para que pase el tren.
Son miles de metros cuadrados de un montón de municipios los que van a comprarse para que el TAV llegue hasta Pamplona. De momento se ha abierto plazo hasta finales de mes para formular alegaciones contra la resolución, que implica operaciones en los municipios de Tafalla, Pueyo, Garínoain, Barásoain, Tirapu, Biurrun-Olcoz, Tiebas-Mururarte de Reta y Galar, donde se van a expropiar dos parcelas que entre las dos superan los 113.000 metros cuadrados.
Ya es 2027, no 2026
En los últimos días del año pasado, la ministra de Transportes anunció que se destinarán 240 millones durante 2023 para empezar a construir los 15,1 kilómetros del Tafalla-Campanas.
No se trata de un subtramo más: tiene algo de simbólico, porque supone alcanzar la Cuenca de Pamplona, ahí donde la obra del TAV tiene que tomar otra nueva dimensión y encarar hacia el norte.
Pero ese será otro gran matchball que tendrá que superar el Ministerio de Fomento, que también tiene entre sus planes para este año decidir finalmente cómo resuelve el viejo trazado del tren y de qué manera erige la estación de Pamplona, ya desgajada del proyecto de viviendas que se diseñó en tiempos de UPN y que se emplazará en Etxabakoiz.
De momento, el subtramo Tafalla-Campanas incluirá la construcción de tres túneles y un viaducto de 540 metros, así como una variante de la línea actual (Alsasua-Castejón) en un tramo de 3,5 kilómetros.
De ahí que Raquel Sánchez hablara de este 2023 como un año “crucial” para potenciar el TAV en nuestra comunidad. Y ahí tanto el Ministerio como el Gobierno de Navarra tienen un horizonte compartido: tener todos los tramos de la vértebra que es el Castejón-Pamplona terminados o en obras para el año que viene. No hay que perder de vista que todo este 2023 va a ser un año electoral como pocos, con elecciones municipales, forales y generales en el Estado.
Eso sí, como ya se ha señalado, la propia Chivite habla ya de 2027 como posible fecha de finalización de este tramo. Es decir, que puede que el hito de 2026 se haya quedado otra vez corto.
En corto
Pendientes del tramo común. En la documentación original, el TAV navarro, al encarar la CAV, comparte trazado –independientemente de si sale por Vitoria o por Ezkio– hasta Izurdiaga. Últimamente, se especula con alargar ese tramo común, algo que los expertos ven con pavor porque supondría enterrar la opción de Ezkio.