La venganza para Carlos Alcaraz es un plato que se sirve caliente y en el desierto californiano. Número 2 del mundo y vigente campeón de Indian Wells, el español venció este martes al húngaro Fábián Marozsán (n. 58) por 6-3 y 6-3 y se clasificó para los cuartos de final del primer Masters 1.000 de la temporada.
75 minutos duró la venganza de un Alcaraz implacable y voraz que el año pasado había caído ante el húngaro de forma totalmente inesperada en la tercera ronda del Masters 1.000 de Roma.
Marozsán era entonces el número 135 del mundo, pero Alcaraz, que ahí estaba en la cima de la ATP, se quitó esa espina bajo el sol del mediodía en Indian Wells para alcanzar los cuartos de final por tercera vez consecutiva en este torneo.
Su rival será el vencedor del partido de octavos entre el alemán Alexander Zverev (n. 6), que le derrotó en los cuartos del último Abierto de Australia, y el australiano Álex de Miñaur (n. 10).
Con este triunfo, Alcaraz alcanzó su victoria número 50 en Masters 1.000 (50-16, cuatro títulos). Solo Rafa Nadal (82-17, nueve títulos) tiene un mejor balance que el del murciano antes de cumplir 21 años.
Alcaraz, que ya venía de ofrecer una exhibición fantástica en tercera ronda ante Felix Auger-Aliassime (n. 31), quiso marcar territorio cuanto antes, como si deseara quitarse de encima cualquier fantasma de aquel chasco de Roma.
El de El Palmar tuvo una bola de 'break' en el primer juego del partido, pero Marozsán la solventó de maravilla desde la red con una pelota que rozó la línea.
Marozsán se reveló en el arranque como un hueso duro de roer: sólido y disciplinado. Alcaraz cometió algunos errores y se enredó con un par de dobles faltas sin mayores consecuencias.
Pero hay pocos tenistas en el circuito que ganen a paciencia a Alcaraz. Con 3-3 se colocó con un 0-40, esperó el momento preciso y rompió el saque a un Marozsán que salvó dos bolas de 'break' pero que no pudo con la tercera (4-3).
Abierto el candado, Alcaraz entró en tromba ante un Marozsán que se quedó sin argumentos. No perdió el tiempo el español, que cerró el set con otro 'break' gracias a un revés paralelo cuando el húngaro subía a la red.
Cada vez más cómodo y dominante con su juego, Alcaraz, muy peligroso asimismo con su resto, empezó también a enseñar su famosa dejada y sus cambios de ritmo para castigar aún más a Marozsán.
La puntila llegó con 3-2 y 0-40. Otra vez, Marozsán salvó dos bolas de 'break' y, otra vez, acabó perdiendo el servicio, en esta ocasión con una derecha paralela de un Alcaraz que soltó un grito como si ya saboreara la victoria (4-2)
El único apuro que pasó en toda la tarde llegó a continuación con un 15-40 para Marozsán. Pero a Alcaraz no le tembló la mano, conservó el saque con enorme solvencia y además regaló una derecha paralela a casi 170 kilómetros por hora que hizo temblar la pista central de Indian Wells.
Alcaraz no quiso dar espacio a más contratiempos: finiquitó el duelo desde su servicio (no perdió el saque en todo el partido) y se plantó una vez más en los cuartos de Indian Wells.