Un año después de que Alén pusiera en marcha una campaña por la rehabilitación del túnel de Herreros, que conecta con Castro Urdiales, para favorecer una conexión entre vías verdes, así como la difusión del patrimonio minero y la unión de Bizkaia y Cantabria, se sabe que se conserva en buen estado por el informe elaborado en el municipio vecino, pero no existe un respaldo económico a la obra. Aunque el proyecto obtuvo el apoyo de las Juntas Generales, la asociación cultural de Sopuerta lamenta que la Diputación no lo haya incluido en el presupuesto.
Desde el Departamento foral de Sostenibilidad y Medio Natural explican que se realizó "un análisis de todo el territorio de Bizkaia para identificar posibles actuaciones a llevar a cabo en torno a las vías verdes y ámbitos de actuación" valorando en qué medida su ejecución es factible, el interés medioambiental y posible uso de estos senderos. Fruto de este análisis, se establecieron una serie de actuaciones a las que se ha dado prioridad en los presupuestos de 2022 y entre ellas no está la del túnel de Herreros".
A juicio de la asociación Alén, la utilidad de la recuperación del trazado del antiguo ferrocarril minero desde el punto de vista del fomento de la naturaleza y hábitos de movilidad sostenibles queda fuera de toda duda. "Es necesario y respetuoso con el medio ambiente, además de que supondría una ventaja para el paso de las vías verdes. Es bueno para reducir gastos y buscar la salud a través del ejercicio. ¿Por qué se tira a la basura este trabajo y se empujan otras actuaciones caras cuando aquí no hay nada que construir? Al menos, que nos justifiquen por qué", el túnel de Herreros no cuenta con una partida en las cuentas, demanda su presidente, Amalio García.
El estudio elaborado por Castro Urdiales concluyó en junio que "se podría recuperar la obra de ingeniería del siglo XIX manteniendo su esencia" y cifraba en cerca de dos millones de euros el coste de la restauración del trazado de casi dos kilómetros de longitud, cuya titularidad comparte con Sopuerta, con un plazo de ejecución de catorce meses. Preguntados si, con estos resultados sobre la mesa, desde verano se ha dado algún paso para seguir adelante con la rehabilitación o se plantean reunirse con la parte encartada implicada, desde el Ayuntamiento cántabro se limitan a responder que "no hay nada de qué informar".
Ante la falta de novedades, Alén y el resto de asociaciones y entidades de la comarca y Meatzaldea que suscribieron en mayo de 2021 un manifiesto en favor de la apertura del túnel, no se resignan a que la obra se guarde en el cajón y apelan a los junteros vizcainos que le prestaron su apoyo entonces y a los ayuntamientos de la zona que dieron luz verde a mociones en el mismo sentido. Creen que, de lo contrario, se desperdiciaría un motor para la revitalización de áreas rurales de Enkarterri vulnerables ante la despoblación.
El túnel de Herreros terminó de construirse en 1899 como parte del tren Castro-Traslaviña –Artzentales– para transportar mineral de hierro hasta la costa. Con el tiempo, lo utilizarían también pasajeros. El ferrocarril dejó de cruzarlo cuando cesó sus viajes 1966 y, de materializarse su recuperación, se convertiría uno de los túneles más largos transitables de las vías verdes europeas.
En breve
Vías verdes
Cuentas forales. El presupuesto del Departamento foral de Sostenibilidad y Medio Natural para 2022 contempla la realización de los proyectos constructivos de las vías verdes de la Vía Vieja de Lezama, la de Arratia y la que enlazará Mungia y Plentzia, con una partida de 437.000 euros.
Buen estado
Estudio de castro. Según un estudio que dio a conocer en junio el Ayuntamiento de Castro Urdiales, el túnel de Herreros –construido en 1899 y atravesado por el ferrocarril minero Castro-Traslaviña hasta 1966– se encuentra en buen estado. Ponerlo a punto para la circulación de peatones y ciclistas costaría cerca de dos millones y catorce meses.