La pandemia popularizó los códigos QR como medida preventiva y para mantener la distancia social en muchas de nuestras actividades cotidianas, especialmente en las compras y en los establecimientos de hostelería.
Esta tendencia ha venido para quedarse y son ya multitud los bares, cafeterías y restaurantes que ofrezcan su carta a través de códigos QR que podemos escanear fácilmente con el móvil. En otros casos se acompaña también este código en la carta convencional para facilitar la elección y por su rapidez y su comodidad para los usuarios.
El código QR (del inglés Quick Response), es una evolución del código popular de barras que almacenar información en una matriz de datos o en un código de barras bidimensional. Estos datos se leen en el dispositivo móvil por un lector específico que nos lleva inmediatamente a una aplicación en Internet, un mapa de localización, un correo electrónico, una página web o un perfil en una red social.
Pero este sistema tan popular también puede ser utilizado por los ciberdelincuentes para intentar hacerse con tus datos personales y económicos y dejarte sin blanca.
La Policía Nacional ha lanzado un aviso sociales para que los ciudadanos extremen las precauciones cuando utilizan esos códigos QR. "Vigila bien los códigos QR antes de escanearlos. A veces estos códigos pueden ser maliciosos y pueden descargar en tu dispositivo virus o cualquier tipo de virus malicioso", advierte la institución.
"Si te lo encuentras en cualquier bar o cafetería, antes de escanearlo asegúrate de que no se trata de una pegatina pegada sobre el QR original", subraya. La Policía recomienda que, ante cualquier tipo de duda, los clientes consulten a los trabajadores del establecimiento y piden tener "mucho ojo" si piden "cualquier dato de tipo personal en la web a la que accedas". "Y activa todas las alertas si te piden cualquier cantidad de dinero. Si quieres estar totalmente a salvo, instala un software que los detecte. Si eres víctima, denuncia", aconseja la Policía.
Este no es el único de los inconvenientes de este sistema, aunque es el más peligroso. Los expertos señalan que la tecnología QR puede esconder un sofisticado sistema de rastreo digital que analiza el comportamiento de los usuarios de un establecimiento o compañía concretos que podría recopilar datos sensibles y protegidos, como los personales, el historial de pedidos, el correo electrónico y el número de móvil.
Estos datos cualificados podrían ser de gran utilidad para empresas de publicidad, marketing y estudios de mercado, que se hacen con esta importante información para ellos cuando escaneas con tu móvil un código. Estas malas prácticas de algunas firmas son difícilmente detectables para el usuario y muchas veces los establecimientos de hostelería, en función de su política de privacidad (que no todos tienen o cumplen), pueden facilitar que los bares o restaurantes puedan utilizar los datos a su antojo o incluso compartirlos y venderlos a otras empresas.
Bien es cierto que estos son casos excepcionales, ya que lo habitual es que los QR únicamente nos dirijan a una web o un archivo donde vamos a encontrar la carta del restaurante.