Alex Txikon ha puesto rumbo este lunes hacia Katmandú donde volverá a intentar hoyar el Manaslu (8.163 metros), que hasta la fecha no ha sido coronado por una expedición puramente invernal. Según ha explicado el alpinista de Lemoa, este año él y su equipo parten antes de que arranque el invierno oficial con la intención de recibirlo en el propio campamento base y empezar a trabajar cuanto antes.
"El año pasado fue nuestro primer invierno en el Manaslu y nos sirvió para conocer de primera mano la montaña, y ver que cuanto antes empecemos a trabajar más opciones tendremos. A medida que el invierno avanza las nevadas son más copiosas y eso complica mucho nuestra labor", ha resaltado Txikon, que estará acompañado por el guipuzoano Iñaki Álvarez, que repite en la cordada. Se unirá a ellos, al igual que lo hizo el pasado invierno uno de los alpinistas más reconocidos del mundo, el italiano Simone Moro.
"El año pasado estuvimos solos en la montaña y este invierno sabemos habrá otra expedición que tratará de hacer cima en el Manaslu y que está compuesta por belgas, polacos... Vamos dispuestos a tender la mano, a colaborar y a trabajar juntos", ha adelantado Txikon. La previsión es llegar al campamento base, que establecerán a unos 4.900, el día 21, y su objetivo, a priori, es una subida rápida por la vía clásica: "Todo dependerá de la nieve y las grietas. El año pasado trabajamos con nieve hasta la cintura y nos encontramos con una gran rimaya que no pudimos cruzar que nos obligó a abrir una nueva variante entre los campos 1 y 3. Una vez estemos allí y veamos la montaña con nuestros ojos podremos esbozar el plan a seguir".
APUESTA POR LA SOSTENIBILIDAD
Durante el mes y medio que se espera que se prolongue la estancia del equipo en el campo base, volverán a apostar por la sostenibilidad. Como ya viene siendo seña de identidad de las expediciones de Txikon, el equipo va a aprovechar la energía limpia e inagotable del sol para la generación de electricidad, evitando así el uso de generadores de energía (y combustibles), y tratando de buscar el menor impacto posible en el medioambiente. "En un campamento base se utilizan muchos dispositivos que necesitan energía: baterías, teléfonos, radios, ordenadores, estaciones meteorológicas, drones€ pues bien, no vamos a emplear ni un litro de combustible", ha explicado alpinista vizcaino.