Alfonso Ruiz de Arcaute, víctima de abusos en una parroquia de Vitoria: "Falta un compromiso mayor de reparación"

Alfonso Ruiz de Arcaute, que ha denunciado haber sufrido abusos en una parroquia de Vitoria cuando tenía 13 años, ha considerado importante que la Iglesia pida perdón, pero que también ha reclamado "mayor compromiso con la reparación".

Ruiz de Arcaute asistió este viernes al acto de reconocimiento y petición de perdón del Obispo de Bilbao, Joseba Segura, a las víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia celebrado en la Catedral de Santiago.

Tras afirmar que el hecho de que la Iglesia pida perdón "por algo tan obvio ya es un poco significativo", ha dicho compartir "el sentir de muchas víctimas para las que este acto queda cojo", porque, según ha considerado, "falta un compromiso mayor de reparación".

En ese sentido, ha advertido que, "para muchas víctimas, sobre todo las alejadas de la Iglesia, si no hay una reparación, el pedir perdón pueda resultar un poco incómodo", pero, "a pesar de todo es bueno y es un camino que se abre".

A su entender, hacer falta "investigar proactivamente" los casos de abusos. Ahora, ha señalado, "parece que algunos quieren ponerse a investigar, cuando se les ha obligado, bien por acción de la prensa o bien por acción del defensor del pueblo".

Tras insistir en que lo primero es "investigar", ha dicho también que "hay que ser muy transparente", algo que "es bueno para la credibilidad de la propia Iglesia", que debe reconocer que "esto es lo que hay, como en todos los sitios hay miserias y están son las nuestras, lo asumimos, pedimos perdón y, además, pedimos perdón con nombres y apellidos, siempre que la víctima esté dispuesta". "Eso también significa restauración de la víctima", ha remarcado.

Ruiz de Arcaute ha insistido en que "pedir perdón es importante" y, por eso, ha asistido hoy al acto impulsado por la Diócesis de Bilbao, pero ha señalado que "falta lo que siempre se había dicho en la confesión de la iglesia, cumplir la penitencia, y cumplir la penitencia es asumir las consecuencias de ese acto, que es pecado pero que es un delito".

Y, según ha subrayado, "todavía más importante es reparar a la víctima, ayudarle en su proceso vital con una ayuda psicológica, laboral o en los estudios, depende las situaciones, para que pueda desarrollar una vida con la máxima normalidad posible".