Los aficionados del Cazoo Baskonia pueden respirar tranquilos porque el gran gurú de los fichajes del club seguirá al pie del cañón pese a sus 69 años, una edad que para muchos hubiera dado pie a la jubilación. En efecto, Alfredo Salazar aún tiene cuerda para rato en el Baskonia. En un reportaje de la plataforma DAZN el secretario técnico asegura que no ha perdido la ilusión por el baloncesto y que, en este sentido, continuará ejerciendo las labores que le han consagrado como uno de los mayores cazatalentos de Europa. “Todo tiene un final por edad y por todo, todos tenemos una fecha de caducidad en el trabajo pero si pierdes ese gusanillo, adiós, estás muerto; yo no lo he perdido, si no, no estaría aquí seguro”, ha reconocido en los micrófonos a Rafa Muntión.
Alfredo, inmerso en la estructura baskonista desde hace más de 30 años y que viajó en decenas de ocasiones durante la década de los 90 hacia Argentina, recuerda cómo se gestó su primer gran fichaje, el del ala-pívot rafaelino Marcelo Nicola: “Notaba que se me acercaba (Nicola) y cuando podía, siempre me decía: Hola, ¿qué tal?. Saludaba, se iba, y yo decía: Este viene seguro”.
Por su parte, Nicola, que por aquel entonces jugaba en el Sport Club Cañadense, explica con todo detalle cuál era el método que empleaba Salazar a la hora de seducir a los jugadores para que fichasen por el conjunto gasteiztarra. “Alfredo era muy comedido y discreto e intentaba no acercarse mucho a nosotros. Dentro de lo posible, yo intenté hablar con él, acercarme, comentar a ver qué pasaba, cómo era Europa… Pero Alfredo estaba muy controlado y no podía soltar mucha prenda”, reconoce el argentino.
Tiago Splitter, la apuesta
Otro de los grandes fichajes de la historia del conjunto baskonista ha sido Tiago Splitter. El pívot con tan solo 15 años despuntaba en las categorías inferiores de Brasil y figuraba en el radar como uno de los proyectos de cinco más interesantes de Sudamérica. Esa misma proyección, sumada a sus impresionantes condiciones físicas y su serenidad como persona, llamaron la atención de Alfredo Salazar: “Fui con la idea muy clara de que había un chico, que no había visto hasta el momento, pero sí me habían pasado ya cosas de él. En el momento que lo vi, haciendo la ‘rueda’, no dudé ni un minuto. Fui directo a por él, no hubo una segunda opción ni nada, fui directo”. Además de sus grandes destrezas, la madurez de Splitter fue otro factor que contribuyó a que Alfredo Salazar tomase la determinación de llevar a cabo su fichaje: “Si hablamos de cabezas, la de Tiago está muy bien amueblada, ya que con 15 años ya toma la determinación de quedarse en Vitoria. Su padre se quedó sorprendido y dijo: Ya veremos, ya veremos”.