El sello ecológico se promociona en Vitoria, capital de un territorio eminentemente agrícola y con peso del sector primario. Los hábitos de consumo de la población están cambiando y los consumidores confiesan que cada vez dan más importancia a la calidad de los alimentos que llevan a su mesa. Aitor lo corrobora. Al frente del stand instalado en Abastos encuesta a los ciudadanos sobre su relación con los productos ecológicos, al igual que hizo en la feria celebrada el 2 de octubre en los Fueros.
Hectáreas cultivadas
La mayoría de los sondeados responde que "compra productos ecológicos y que conoce a familiares o amigos que los cultivan. Y la tendencia va al alza", indica. ¿Por qué? "Porque ven que, a largo plazo, es más saludable", responde. Además, ahora que artículos básicos de la cesta de la compra, como leche, huevos o pollo se han encarecido en el súper, augura más demanda de ecológico si los precios se equiparan, ya que a lo ecológico siempre se le ha achacado que es más caro . "Prefiero gastarme un poco más de dinero en una cesta de comida que me va a proporcionar mejor nivel de vida que en otra con la que no va a ser equiparable", responde un hombre, a pie de puesto.
Las cifras también constatan el crecimiento del sello ecológico. Así, el número de hectáreas cultivadas ha pasado de 373 en 2001 a 2.722 diez años después y 7.420 en la actualidad. Incremento similar al de los profesionales dedicados a este campo: 61 en 2001, 274 en 2011 y 515 en 2021, según los datos registrados por Ekolurra, el consejo de agricultura y alimentación ecológica de Euskadi.
Esta promoción de los alimentos ecológicos incluye el reparto de vales de 3 euros para gastar y, aunque la mayoría de los gasteiztarras que se acerca al puesto sabe dónde hacerlo, sí que echa en falta más establecimientos de venta y mayor presencia en los supermercados donde habitualmente realizan la compra. El interés que muestran los encuestados es mayor por la comida que por la bebida y, sobre todo, por las verduras, responden a Aitor.
Y es que, la exposición montada por Ekolurra enseña a través de diferentes paneles los beneficios de la producción ecológica. De un lado, para la tierra "porque se garantiza su fertilidad para las siguientes generaciones" y "allí donde se producen, los alimentos ecológicos cuidan nuestro planeta".
De otro lado, para la salud, ya que bajo el predominio del principio de precaución, "los terrenos se gestionan sin pesticidas ni herbicidas ni fertilizantes químicos". Y en tercer lugar, elegir ecológico es garantía de que la compra procede de animales criados en pastos al aire libre. "No existe sistema ganadero con un nivel de bienestar más alto" –subraya Ekolurra– ya que "se respetan las necesidades básicas y los ciclos del animal".