Polideportivo

Almeida congela a Vingegaard

El portugués, rabioso, remonta en los metros finales de la subida a La Loge des Gardes al danés, nuevo líder de la París-Niza en una etapa que se neutralizó varios kilómetros por el temporal y algún accidente
Almeida festeja con rabia la victoria sobre Vingegaard.
Almeida festeja con rabia la victoria sobre Vingegaard. / París-Niza

Actualizado hace 9 minutos

“Si algunos se han metido en el coche y no están aquí es su problema”, bramaba, razonable, Iván Romeo, portavoz en medio del caos de la París-Niza, en ese momento neutralizada por el temporal de agua y punzadas de nieve que arremetía contra los ciclistas y el accidente de varios vehículos que abrían la carrera. Inmisericorde y virulenta la tormenta, Vingegaard se metió al calor de uno de los coches de equipo para cambiarse la ropa.

Romeo se quejaba por eso. Esperaban al danés y a otros, que se tomaron su tiempo, mientras algunos, ateridos de frío, temblando, los dientes replicando el sonido de las castañuelas, resistían cómo podían a la espera de que la jefatura de carrera recondujera el caos para ponerse de nuevo en marcha.

Quedaba atrás el chirrido denteroso de los frenos de disco y los ejercicios de los ciclistas, arrullados sobre sí mismos, para tratar de encontrar alguna brizna de calor y dejar de ser carne trémula. Pausada la competición en los descensos, se reabrió el pulso de la carrera para enfocar la ascensión a La Loge des Gardes, el punto de fuga de la etapa.

Caprichoso, vacilante, un tanto tímido, el sol ofreció luz y lumbre para acalorar el puerto, donde se examinaban los mejores tras la crono por equipos que enfatizó a Jorgenson y Vingegaard y desacompasó a Almeida y McNulty, que cedieron demasiado tiempo. Se trastabillaron de mala manera.

La Loge des Gardes fijó el cuadrilátero de la París-Niza en su primer duelo en las alturas entre el Visma y el UAE, que se miden en cada rincón para tratar de limarse de cara al Tour de Francia.

Sin Pogacar en escena, exhibiéndose en todas sus carreras, el antídoto de Vingegaard, el hombre que derrotó dos veces al esloveno en la Grande Boucle (2022 y 2023), es Almeida, elegido para desarticular al danés.

Un alfil del UAE contra el rey del Visma. Ese es el tablero de ajedrez en el que se miden sin desmayo. A cara descubierta. En La Loges de Gardes, atemperada la tormenta, el sol presente, pero la temperatura escasa, Vingegaard pastoreó la ascensión. Era el mastín de Jorgenson, su compañero y líder de la carrera.

El danés se centró en cauterizar cualquier herida que pudiera dañar a Jorgenson hasta que Lenny Martínez, ligerísimo, combativo, batió sus alas de colibrí. Vingegaard salió a por el francés, que opuso resistencia. Sereno Jorgenson, en el grupo de Almeida, McNulty o Skjelmose, el danés sometió a Martinez en dos actos.

Ataque de Vingegaard

A falta de un par de kilómetros, Vingegaard tomó las riendas, aunque al danés, aún escaso de forma, se le intuía con menos poder que en julio. El hecho de tener que despegarse del francés en el segundo intento, fijó esa sensación.

Vingegaard, con Lenny Martínez a rueda.

Vingegaard, con Lenny Martínez a rueda. Bahrain / Sprint Cycling

Almeida, calculador, continuó con su ritmo de desgaste. Si antes era un escalador atado a la resistencia y a la agonía como estilo de vida, un diésel de escasa aceleración, el portugués ha progresado inopinadamente.

En realidad ha mutado en un rematador con reprís y esprint en apenas unos meses. Vingegaard giraba la cabeza y recordaba esa cuesta maldita para él, donde encajó severas derrotas en sus últimas apariciones.

Apenas se despegó 10 segundos del grupo de Almeida, que fijó velocidad de crucero, aprovechando el carenado de una moto de carrera, antes de elevarse y mostrar la cresta.

Almeida remata al danés

El portugués ya no era un fado. Era puro rock&roll, lanzando trallazos de rebelión. Un dragón escupiendo fuego que, encolerizado, rebasó al danés con rabia a un palmo de la gloria. Lo celebró con furia el portugués. “El plan es intentar ganar la París-Niza”, aseguró tras someter al danés en el último impulso.

Vingegaard agarró el liderato, pero encogió los hombros, contrariado, la cabeza decapitada ante la estampa triunfadora de Almeida. “Tengo sentimientos encontrados, aunque en realidad estoy mayormente decepcionado. Estuve en cabeza hasta los últimos 25 metros, pero al final me ganaron y Almeida mereció la victoria. Después de la reanudación, ya no entré en calor e incluso ahora sigo sintiendo hipotermia", cerró con desánimo el danés. Almeida congela a Vingegaard.

PARÍS-NIZA

Cuarta etapa

  • 1º João Almeida (UAE) - 3h 37:06
  • 2º Jonas Vingegaard (Visma) a 1"
  • 3º Mattias Skjelmose (Lidl) a 2"
  • 6º Matteo Jorgenson (Visma)a 6"

General

  • 1º Jonas Vingegaard (Visma) - 11h 50:59
  • 2º Matteo Jorgenson (Visma) a 5"
  • 3º Mattias Skjelmose (Lidl-Trek) a 33"
  • 5º João Almeida (UAE) a 37"
2025-03-12T21:47:17+01:00
En directo
Onda Vasca En Directo