Almudena Cid está en plena promoción de su novela "Caminar sin punteras", en la que habla sobre su ruptura matrimonial con Christian Gálvez. La exgimnasta ya parece recuperada de su traumática separación y escribir esa novela le ha ayudado a superarla. "Creo que ya lo he superado pero ha sido un año muy complicado en lo personal, el peor de mi vida. Escribir me ha servido de terapia, para ordenarme, colocar las cosas en su sitio y muchas cosas más", confesó en una entrevista a la Cadena Ser.
Cid admitió que “ha sido bastante difícil” volver a la normalidad y se sorprendió de toda la repercusión mediática. "Nunca imaginé verme involucrada de esta manera pero lo entiendes porque eres un personaje público y también hay que saber llevarlo", apuntó. Reconoció que no estaba "preparada para gestionar este tipo de situaciones" cuando inició su vida en pareja tras años dedicada al deporte.
Sobre lo que fue su relación con Gálvez, explicó que igual idealizó “lo que yo creía que era esa relación pero tengo claro que me confundió a mí y a todo mi entorno, fue como una bomba. Como siempre había sido tan fuerte y no solía pedir ayuda a nadie, me quedé un poco sola con una situación delicada y es obvio que no estaba preparada para ello”.
La terapia le ayudó mucho a pasar página, y por supuesto escribir el libro. “Me ha venido muy bien y lo de hacer teatro también. La gente me dice que saque la ira pero no me sale. Mi única preocupación durante estos meses ha sido recuperarme. He estado con un gorro sucio de maquillaje durante meses y no me he dado cuenta, o con tres chándales en cuatro meses”, comentó.
Abierta a nuevas relaciones
Gálvez es agua pasada y ya puede hablar de ello "notando que estoy bien". "La línea de la depresión es tan compleja que hay que tener cuidado porque la puedes pasar. Se me pasaron opciones terribles por la cabeza. Se debe legitimar el dolor del otro", aseguró.
Almudena se mostró de nuevo abierta al amor. Su exmarido ya ha rehecho su vida con la presentadora Patricia Pardo. “Creo que sí estoy para nuevas relaciones pero ahora la prioridad soy yo y quizás a la otra persona no le daría su lugar. Soy muy honesta. Eso sí, el que quiera vivir conmigo que se haga a la idea de hacerlo en Vitoria, de ir al monte y a pasear, a pasar un poco de frío”.