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Vida y estilo

Altos de Unanua, Itsaszelaieta y Pagolletagana desde Arantza

Arantza se despereza entre las nieblas matutinas.
Arantza se despereza entre las nieblas matutinas.

EN los confines de Gipuzkoa e Ipar Euskal Herria encontramos uno de los rincones más esquivos de toda la geografía de Nafarroa. Refugiado entre un abigarrado rosario de cumbres y abrigado por los densos hayedos, el valle de Arantza se esconde del ruido en el regazo íntimo de las montañas y los bosques. Nos fascina la llamada sugerente de los caminos ancestrales, de las montañas desnudas, de los puertos y también de los cordales, de las cumbres luminosas y de los húmedos boscajes donde el día se hace noche bajo las copas de los árboles.

0 h 0 min | 275 m | 0 km

Descendemos entre las grandes casonas de Aran-tza hacia el ayuntamiento, con sus arcadas y escudos de colores. Seguimos por la calle Beheko karria y, antes de abandonar el pueblo, nos desviamos por la izquierda, junto a las últimas casas. Pasamos junto a la panadería Apexenea, que ocupa una soberbia y sobria casona de piedra. Frente a nosotros se ve el monte Unanua y el cordal que se prolonga hacia la cumbre de Izko. Hacia allí vamos.

Una calzada recuperada se lanza monte abajo entre laderas cubiertas de prados y retales de frondosos bosques. Tras pasar junto al caserío Kaltzada, corta el roquedo por un ancho pasillo y enfila hacia la parte baja del valle, hacia el río.

15 min | 125 m | 1 km

La calzada muere en la carretera. Una baliza de senderos nos conmina a cruzarla. Discurrimos junto a una antigua nave industrial. Franqueamos un puente sobre Latsa y dejamos el camino que por la derecha dirige a San Juan Xar. Reaparece la calzada que enfila monte arriba, aunque desaparece y reaparece de nuevo, cuando no sucumbe bajo algún tramo de hormigón. Pasamos junto a la cabaña de Bulitxa.

27 min | 205 m | 1,6 km

Salimos a una ancha pista de grava que, por la derecha, se bifurca de inmediato. Seguimos el ramal de la izquierda que se adentra en el robledal.

48 min | 363 m | 2,8 km

Bifurcación junto a una pequeña cabaña protegida bajo la fresneda. Dejamos la pista que gira brusca a la derecha y seguimos el ancho y cómodo camino que llanea a la izquierda, detrás de la cabaña. Es un pasillo herboso con rodada de vehículos. Sin apenas ganar altura, trazamos un amplio rodeo del monte Unanua.

1 h | 428 m | 3,7 m

A la vera de la ruta encontramos un abrevadero. La pista gira a la derecha y comienza a remontar decidida. Un ancho pasillo se abre entre el mar de helechos de la ladera mientras disfrutamos ya de unas panorámicas amplias.

1 h 20 min | 650 m | 4,8 km

Tras fuertes repechos, llegamos a la redondeada y pelada cumbre de Unanua desde la que descubrimos el valle de Arantza y sus alrededores. Contemplamos la costa con los arenales de Lapurdi; las aldeas vecinas de Arantza e Igantzi en un océano de bosques, cumbres y de praderas. Más lejos, dibujan sus apretadas caserías Lesaka y Bera sobre las que se alza la cumbre de Larhun.

El texto grabado sobre el buzón de Unanua reza así:

Euskal Usaiez heziak

daude gaurko gaztiak

noizko lore berriak

agur goizale guztiak

Para regresar a Arantza será suficiente desandar el sendero, aunque podemos dibujar una preciosa travesía circular. Para ello, descendemos por lo alto del cordal que se prolonga hacia la cumbre de Izko, ancho pasillo herboso que linda de una plantación de pinos. Llegamos a un collado con una cruz de señales bajo el robledal. Por la derecha, un PR local enfila hacia Igantzi. Lo seguimos, pero en dirección contraria. Rodeamos la cota de Itzaszelaieta y enlazamos distintos puestos de caza.

1 h 45 min | 507 m | 6,4 km

Encrucijada en el collado de Itzaszelaieta. Hay un fantástico bosque de hayas trasmochas. Obviamos todas las pistas y seguimos el camino que avanza por lo alto del cordal.

2 h 5 min | 660 m | 7,5 km

Salimos del bosque y trepamos por la pelada loma hasta la cumbre de Pagolletagana, tras un imponente repecho. A nuestros pies el valle de Arantza, rodeado por una inmensa retahíla de cumbres que se extienden entre la boscosa cima de Izu y la mole de Mendaur. Seguimos la línea que dibuja el cordal y descendemos hacia el hayedo donde encontramos una cruz de señales. Vamos de frente, hacia el valle de Arantza por un terreno quebradizo. Atravesamos un hayedo de fantasía vestido de musgo. Cruzamos numerosos arroyos y en una curva de la pista nos topamos con una cabaña aposentada a los pies de un viejo roble. En fuerte pendiente el camino pierde altura en busca del cordal que desciende desde Izu.

2 h 40 min | 490 m | 10,1 km

En un collado, junto a las ruinas de unas cabañas y a la sombra de los fresnos, encontramos un abrevadero. Este punto puede resultar un poco confuso. Obviamos pistas y caminos que parten de aquí y buscamos un sendero que salva el talud de la pista y se adentra a duras penas entre los helechos. Se define con claridad a medida que avanzamos.

2 h 50 min | 10,6 km

Salimos a una pista mayor y pasamos junto a unas cabañas con un abrevadero y una manga para el ganado.

3 h | 275 m | 11,4 km

Llegamos a los primeros caseríos, donde la ruta gira brusca a la izquierda. Una estrecha calzada serpentea por el bosque y desciende al fondo de la barranca.

3 h 15 min | 144 m | 12,3 km

Alcanzamos la pista del fondo del valle y la seguimos hacia la derecha. Avanzamos junto a las aguas.

3 h 35 min | 263 m | 13,6 km

Trepamos por las fuertes pendientes y regresamos a Arantza.

Altos de Unanua, Itsaszelaieta y Pagolletagana desde Arantza

Altos de Unanua, Itsaszelaieta y Pagolletagana desde Arantza © SUA EDIZIOAK

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Paseos del libro ‘Rutas singulares con hamaiketako’ de Alberto Muro

2022-08-07T06:41:02+02:00
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