El camino de la pelota a mano profesional parece unir de forma irremediable los caminos de Jokin Altuna y Unai Laso. El Manomanista no será menos.
Los protagonistas de las últimas tres finales de la Liga de Empresas –con permiso de Julen Martija y Ander Imaz, zagueros de la final del Parejas– buscan este sábado, a partir de las 17.15 horas, un hueco en la decisiva cita por la txapela más importante del curso pelotazale, fijada para el 29 de mayo en el Navarra Arena de Iruñea. El escenario: el frontón Bizkaia de Bilbao.
"GANAS DE GANAR A ALTUNA III"
"Cada día tengo más ganas de ganar a Altuna III. No voy a pensar en los anteriores partidos porque eso cohíbe un poco. Voy con todo", reflexiona el puntillero de Bizkarreta-Gerendiain. Será el enfrentamiento número 18 entre los dos delanteros. De los 17 anteriores, el de Aspe ha ganado trece. Una estadística aplastante a favor del campeón de Amezketa, un manista con pocas fisuras, por no decir ninguna. Anclado en su capacidad técnica, su mayor cualidad brota de la voz de Darío: "Es un animal competitivo".
Aunque únicamente hay un año diferencia entre ambos pelotaris, Altuna III realizó su debut en el campo profesional dos cursos antes que el navarro, en 2014. Con apenas 18 primaveras comenzó a tener oportunidades en Primera. Cuando Laso solo llevaba unos meses en Baiko, Jokin alcanzó su primera final del Cuatro y Medio. Y, desde entonces, un camino directo al Olimpo.
El primer enfrentamiento entre el guipuzcoano y el navarro se produjo durante el Parejas de 2018. El errotarra entró en el torneo tras la sustitución de Víctor por "decisión técnica" de Baiko. El amezketarra marcó su territorio.
LA EXPLOSIÓN DE LASO
El reencuentro tardó año y medio. Fue la explosión de Laso. En el retrovisor: Aste Nagusia de Bilbao de 2019, lesión de Mikel Urrutikoetxea tras la semifinal y la elección del navarro como sustituto. Enfrente: Altuna III y Rezusta, campeón del Parejas con Elezkano II ese mismo año; es decir, un parejón. Los de Aspe eran favoritos claros. Laso destapó el tarro de la magia: poder, velocidad, ambición... En definitiva, su esencia. 13-22 para los de Baiko. Sorpresa. Primer triunfo de Unai en su duelo personal.
Ese día marcó un antes y un después en la carrera del errotarra. El de Bizkarreta-Gerendiain se descubrió: fue semifinalista del Cuatro y Medio y del Parejas. Pero llegó el covid-19, los problemas contractuales con su empresa y los ocho meses fuera de la Liga de Empresas. Antes, tenían ocho enfrentamientos en el balance, de los que el amezketarra únicamente había perdido dos. Mientras tanto, Jokin ya estaba en el Olimpo. Es un metrónomo.
EL REGRESO A LA ÉLITE
El regreso de Laso a la élite en junio de 2021 significó un soplo de aire fresco para la LEP.M. Altuna III y Unai vivieron su primer cruce en la final del Cuatro y Medio de San Fermín. 22-20 para el de Aspe. Un delirio de dureza. Bellísimo. Las promotoras vieron el filón y convocaron un choque mano a mano en Donostia –22-17 para Jokin– y un cuatro y medio en el Desafío de San Mateo –22-17 para Jokin–. La del Atano es la única cita a toda la cancha entre ambos. "Es muy aventurado calificarlo como clásico", admite el amezketarra con razón.
Desde entonces, sus partidos han congregado mucha expectación, a la que han respondido con grandes dosis de pelota. En la final del Cuatro y Medio y en la del Parejas calcaron el resultado de la jaula navarra: 22-20.
Únicamente se ha roto el dominio de Jokin en dos ocasiones: el 20-22 con Martija ante Laso-Imaz de San Mateo'21 y el 6-22 en Eibar de la liguilla de semifinales del Parejas con todo el pescado ventilado. Bilbao acoge este sábado el episodio 18. Diez meses de rivalidad. El campeón guipuzcoano maneja los números con puño de hierro. La final del Manomanista espera.