Jokin Altuna y Peio Etxeberria, los dos finalistas del Cuatro y Medio, se han tomado hoy una tregua antes de la importante batalla que les espera el próximo 19 de noviembre en el frontón Bizkaia. Tras la paliza que se dieron este fin de semana en sus respectivos duelos de semifinales, disfrutaron de un lunes al sol de la Ribera navarra, donde acudieron en Tudela al ya tradicional acto de entrega del botín por la victoria de Aspe en los desafíos contra Baiko de las ferias de San Fermín y San Mateo. Un total de 2.100 botellas de aceite se han repartido los pelotaris de la agencia eibarresa, que al precio que tiene hoy en día el oro liquido, no es moco de pavo.
Altuna aún acusaba la fatiga provocada por el eléctrico y emocionantísimo choque protagonizado el domingo en Eibar junto a Erik Jaka, al que venció por 21-22. “Hoy toca pasar un bonito día, comer con los compañeros y desconectar. Ya tendremos tiempo a partir de mañana para preparar la final”, indicaba el de Amezketa. Necesitaba rebajar la tremenda tensión vivida en la semifinal del Astelena, a la que acudía con unas molestias en el hombro que afectaron a su preparación y le hicieron dudar de su participación hasta el último momento: “Sabía que me iba a tocar sufrir muchísimo. Salí como salí y tenía dudas. Cuando estás sin entrenar se hace muy difícil competir al máximo nivel y me costó muchísimo ante Erik. Fui preparado y mentalizado de que había que darlo todo, porque en juego estaba el pasar a la final, que es un premio increíble”.
Esta semana la aprovechará para mimar el hombro izquierdo y será en la siguiente cuando se someta a algún entrenamiento más exigente. La suya es una lucha contra el reloj: “La lesión está ahí y jugando no se cura. Si tuviese tiempo para aplazar, como tenían antes los pelotaris, pediría aplazamiento. Para la semifinal ya le pregunté a la empresa si tenía esa posibilidad y me dijeron que no. Son las leyes que hay ahora. Me quedan quince días y sé que se me va a hacer imposible llegar al cien por cien, pero es una final y voy a ir a por todas”.
Respecto a su rival, Altuna comentó: “El pelotari que alcanza la final siempre llega en buen momento. Ya estamos viendo el nivel que está dando desde verano Peio. Es un pelotari que trabaja el copón, un currela de mucho cuidado y muy peligroso”.
“ Peio es un pelotari que trabaja el copón, un currela de mucho cuidado y muy peligroso, destaca Altuna ”
El propio Etxeberria también reconocía haber dado este año un paso adelante en su progresión: “Antes siempre jugaba con cierta irregularidad. Tenía temporadas buenas, pero a la vez venían altibajos. Este verano he podido mantener una línea y llego en buen momento”. Aún con agujetas a raíz del duro enfrentamiento del sábado contra Peña II (15-22), el de Zenotz está como un niño con zapatos nuevos ante la perspectiva de jugar su primera gran final: “Estoy con muchas ganas de que llegue ese día. Todos los pelotaris nos preparamos para ello y es algo muy bonito, tanto para nosotros como para nuestro entorno”.
“ A Jokin hay que ahogarlo y rematarlo. Ta se vio que por un fallo que podemos cometer cualquiera, una pasa de saque, resucita y llega a 22", subraya Etxeberria ”
Su rival será un Altuna que jugará su octava final consecutiva y que ya demostró el domingo de lo que es capaz, al levantar un 20-15 ante un Jaka desatado y acabar ganando por 21-22. “A Jokin hay que ahogarlo y rematarlo. Erik estaba jugando un gran partido, le tenía dominado, pero ya se vio que por un fallo que podemos cometer cualquiera, una pasa de saque -la que supuso el 20-16-, Altuna resucita y llega a 22”, enfatizaba Etxeberria.