Jokin Altuna y Beñat Rezusta se han proclamado campeones del Torneo de San Fermín. El año pasado, en esta misma fecha, también jugaron en el frontón Labrit, pero Artola y Mariezkurrena les dejaron sin el premio gordo. El poderoso zaguero de Berriozar volvía a estar hoy enfrente. Esta vez, sin embargo, no ha podido impedir el triunfo del dúo guipuzcoano. Su compañero, Iker Larrazabal, ha acusado en exceso el peso de la que, para él, era la primera final de un torneo de Primera. Las 11 pelotas que ha regalado el joven delantero de Amurrio han sido muy bien aprovechadas por un Altuna que, tirando de oficio, sin grandes alardes, ha comandado una victoria más cómoda de lo esperado (22-11).
Los focos estaban puestos de inicio en Larrazabal, que en los dos partidos anteriores del torneo había encandilado a la parroquia del Labrit con su desparpajo, firmando en cada uno de ellos nueve tantos. El alavés quería volver a lucirse y ha saltado a la cancha revoltoso y sobrado de ganas. Así, hasta el 3-3, el lo ha hecho todo. Anotaba los tres tantos azules, el primero en un saque mal restado por Rezusta, pero también cometía otros tantos errores.
Hasta el momento, Altuna se había mantenido en un segundo plano, pero empezaba a dejarse ver con una delicada dejada al txoko marca de la casa. Acto seguido, con otro par de bonitos remates y dos saques encajados por sus contrincantes, abría hueco hasta un 8-3.
A partir de ahí, los colorados se han dedicado a administrar la renta con temple y sabiduría. De vez en cuando, Mariezkurrena intentaba enseñar los dientes, pero el navarro no ha estado hoy al mismo nivel de sus dos exhibiciones en la liguilla. Con Altuna enfrente, el partido se decidía delante. Así todo, Larrazabal y Mariezkurrena lograban acercarse hasta un 11-8 que les hacía albergar la esperanza de una remontada. Pero no ha sido así. En esos momentos en los que los azules podían inquietar más a sus rivales, el de Amurrio encadenaba unos errores que otorgaban a Altuna y Rezusta el aire para acometer el último arreón. A partir del 14-10, Altuna ha tomado las riendas del juego y ha hecho y deshecho, ahondado más en la desesperación de Larrazabal, que no cejaba en su precipitación. Ello se ha traducido en una tacada de siete tantos que ponía el 21-10 en el luminoso. Después de mucho tiempo sin acertar, Larrazabal conectaba un bonito gancho para firmar su quinto tanto y, al menos, quitarse algo de la amargura de la derrota. Esta la ha rubricado Mariezkurrena con un dos paredes a las tablas.
Altuna, que ha sumado ocho tantos y ha dejado en blanco su casillero de errores, ha recibido el premio al mejor pelotari. No ha acusado en ningún momento molestias en el músculo dorsal, en el que viene arrastrando una sobrecarga que ha propiciado la suspensión de la revancha de la final del Manomanista prevista inicialmente para este próximo martes frente a Aitor Elordi. El mago de Amezketa ha salido de estos Sanfermines por la puerta grande, con la txapela del Cuatro y Medio navarro y el trofeo del torneo de parejas.
En el preliminar, gran actuación de Danel Elezkano. El de Zaratamo ha firmado una docena de tantos, frente a un único error, en el choque que ha ganando formando dúo con Martija frente a Artola-Aranguren (22-13)
El desafío del aceite, para Aspe
Por otro lado, el jueves por la noche se disputó el tradicional desafío entre empresas. Los pelotaris de Aspe se llevaron el premio, en forma de aceite, tras ganar dos de los tres partidos que componían el festival. Peio Etxeberria dobló a Urrutikoetxea dentro del cuatro y medio (9-18) y lo mismo hicieron Elordi-Zabaleta frente a Peña II-Imaz (22-11). Con todo decidido, Artola dio el triunfo del honor a Baiko en el mano a mano a toda la cancha al batir con esfuerzo a Zabala (16-18).