Unos 140 estudiantes del instituto Ategorri de Erandio tienen por delante una apasionante semana que se sale de las clases de historia y los ejercicios de matemáticas. Desde ayer lunes y hasta el viernes, realizarán entrevistas en la residencia de personas mayores, aprenderán a crear escape rooms investigando un crimen al más puro estilo CSI y se sumergirán en un taller de drones submarinos, entre otros llamativos proyectos. Ahí es nada.
“El instituto Ategorri quiere apostar por nuevos enfoques educativos y, por eso, este año se va a embarcar en una nueva aventura: la semana de proyectos Ekin jakintzari. Con esta iniciativa, se busca fomentar el trabajo colaborativo, la autonomía personal, la implicación social y el espíritu crítico y emprendedor del alumnado”, destacan desde el centro educativo. “Es una propuesta que persigue también abrirse a la comunidad más cercana, por lo que se han organizado actividades en colaboración con distintas entidades, como el Ayuntamiento, otros centros educativos de la zona, Osakidetza, la Universidad del País Vasco o la Asociación de Donantes de Sangre de Euskadi, entre otros”, añaden desde Ategorri. En efecto, la educación en estos tiempos es más trasversal que nunca y prepara a la infancia y la juventud para el mundo. Con estos objetivos, durante los próximos días, los estudiantes del instituto erandioztarra romperán con su ritmo lectivo habitual. En las horas posteriores al patio, desaparecerán los horarios, las materias y las clases. En su lugar, los alumnos de primero de Bachiller se implicarán en diversos proyectos prácticos, participativos e interdisciplinares, en los que los contenidos de las materias se conecten con la realidad y el entorno. Por eso, las posibilidades de aprendizaje y de experiencias son múltiples y diversas: desde una campaña de comunicación para animar a la población de Erandio a donar sangre, a un taller de drones submarinos. Los jóvenes podrán también profundizar en el pasado industrial del municipio llevando a cabo entrevistas en la residencia de personas mayores o buceando en los archivos fotográficos oficiales. Estudiantes de otros centros les visitarán jueves y viernes para participar en una yincana sobre cultura vasca ideada en uno de las iniciativas programadas de esta acción llamada Ekin jakintzari. En otro grupo aprenderán a diseñar escape rooms con contenidos educativos, que después compartirán con profesores de otros centros para que puedan usarlas en sus clases. En los laboratorios del instituto se estarán llevando a cabo experimentos que después se explicarán a los compañeros, mientras un grupo de estudiantes investiga un crimen teniendo en cuenta todas las pistas. El arte y la creatividad también estarán presentes, con un taller de cortometrajes en torno a los roles de género, y la creación de un mural gigante a favor de la diversidad que decorará la entrada del instituto. En este último proyecto el alumnado tendrá también la oportunidad de conocer el trabajo de la artista Ruth Juan, y recibir sus consejos.
Salto a la realidad
Ategorri da un paso adelante a nivel educativo con ideas de este tipo que traspasan las aulas y ponen un pie en la realidad. Precisamente, hace algo más de un mes, alumnado del ciclo de Producción de Audiovisuales y Espectáculos del CIFP Tartanga organizaba el festival multidisciplinar Gure! con el que se metían de lleno en el terreno práctico. Nada de teorías. “Estamos haciendo algo que va a ser igual o muy parecido a lo que nos vamos a dedicar y la experiencia está siendo muy bonita”, admitía, en plena preparación, Aritz Serrano, uno de los trece estudiantes implicados.
Pero ya hace un lustro que estudiantes de Tartanga colaboraron con el Ayuntamiento en la recogida de testimonios de personas que padecieron los bombardeos en Erandio durante la Guerra Civil. Los jóvenes grabaron las declaraciones dentro de una iniciativa impulsada con motivo del 80 aniversario del bombardeo en el municipio.