Corazones con mucha vida es el nombre del proyecto puesto en marcha por alumnado de Trapagaran para colaborar con la sostenibilidad del municipio a través de una iniciativa que intenta implicar a todos los sectores sociales del municipio, especialmente a la juventud en el cuidado del medio ambiente. Una propuesta que nace del desarrollo de las propuestas de la Agenda Escolar 2030 del año pasado y que tiene como objetivo principal el reciclaje de tapones con fines solidarios. “Intentamos hacer llegar nuestra propuesta entonces pero con el tema de la pandemia quedó aplazado aunque nosotros insistimos en la necesidad de poner en marcha esta iniciativa que ahora es una realidad”, señalaron los alumnos promotores de esta actividad comprometida con el medio ambiente y la sostenibilidad. “Se trata de un gran corazón verde que estará situado al lado del parque infantil de la Estrada de La Rozada donde quien quiera colaborar puede depositar los tapones de plástico que utiliza habitualmente en este corazón verde solidario” apuntaron los escolares implicados en su puesta en marcha.
En este proyecto han participado las y los alumnos de primaria secundaria y bachiller de tres centros de Trapagaran: el Instituto IES Burdinibarra BHI, el colegio Franciscanas de Montpellier e ikastola Itxaropena. Se trata de un compromiso adquirido por el Ayuntamiento de Trapagaran tras recibir las propuestas que realizaron durante el curso 2021-2022 reseñó Javier Pérez, concejal de Medio Ambiente, quien destacó que “desde un punto de vista medio ambiental estas campañas solidarias son muy buenas, por su función y sus grandes beneficios para la naturaleza”.
Reciclaje
El plástico de los tapones que se pretende recoger en esta estructura metálica con forma de corazón –susceptible de incorporarse a otros espacios urbanos del municipio– es polietileno de alta densidad, un plástico de alta calidad y muy fácilmente reciclable. Por ello, según detallan los jóvenes que han desarrollado el estudio previo de esta iniciativa, “las empresas encargadas de su tratamiento pagan por él y resulta una forma de recaudar fondos para fines solidarios. Millones de tapones han servido en la última década para costear infinidad de causas”, detallan los promotores.
Asimismo, consideran, que esta recogida crea una economía circular que se basa en la recogida de estos tapones, la retirada y entrega de reciclaje para que finalmente se conviertan en mobiliario urbano como mesas, bancos o vallas.
La concejala de Cultura y Juventud, Silvia Mera, afirmó que esta actividad educa en valores y conciencia al alumnado trapagarandarra en la importancia del reciclaje. “Por ello no nos cerramos la posibilidad de ampliar este corazón verde a otras zonas”, adelanta.