Álvaro de Marichalar, hermano del exyerno del rey emérito, no se ha presentado este lunes al juicio en el que la Fiscalía le pide nueve meses de cárcel por resistirse a una detención de los Mossos d'Esquadra durante una manifestación independentista en octubre de 2017, alegando motivos laborales.
En el juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de Barcelona, el abogado de Marichalar ha explicado al tribunal que su cliente se encuentra en Panamá "por motivos laborales", que la notificación del juicio que se le hizo en su domicilio de Madrid no la recibió y que la voluntad del empresario era que se le juzgara de todas formas "en ausencia", como así ha ocurrido.
Marichalar se encuentra en el país suramericano realizando el reto de dar la vuelta al mundo en moto de agua para protestar contra la presencia de plásticos en los océanos, tal y como explicó en una entrevista en EFE la semana pasada.
El juicio se ha celebrado sin la presencia ni la declaración de Marichalar, limitándose a la declaración de los Mossos d'Esquadra que le detuvieron.
"QUERÍAMOS PROTEGERLE"
Los hechos por los que la Fiscalía acusa a Marichalar se remontan al 26 de octubre de 2017, un día antes de la declaración unilateral de independencia.
Según han explicado los tres agentes de Mossos d'Esquadra que han comparecido como testigos, aquel día Álvaro Marichalar se desplazó a la plaza Sant Jaume de Barcelona para protestar contra el independentismo catalán, situándose frente al Palau de la Generalitat con una pancarta en la que se leía: "Basta del 3 %. Las instituciones son de todos".
Sobre las 15.00 horas llegó a la plaza una manifestación independentista formada por decenas de estudiantes que, al detectar la presencia de Marichalar y su oposición a las tesis soberanistas, se encaró con él.
Los estudiantes le quitaron la pancarta al empresario y la lanzaron hacia la puerta del Palau de la Generalitat, dentro de la zona de vallas donde estaban los Mossos d'Esquadra, que han asegurado que se quedaron la pancarta y prometieron a Marichalar que se la devolverían al finalizar la movilización.
El empresario enarboló después una bandera de España, que estaba atada a un palo, y la mostró a los independentistas, que de nuevo le insultaron y trataron de quitarle la bandera, ante lo cual Marichalar golpeó en la cabeza con el palo a una manifestante.
"La situación estaba muy caliente, vimos que varios estudiantes se ponían máscaras para no ser identificados y que se acercaban al señor Marichalar con malas intenciones. Por eso le dijimos que nos acompañara hacia dentro del palacio de la Generalitat. No quiso venir y tuvimos que arrastrarle para llevarle dentro. Sólo queríamos protegerle", ha explicado el subinspector de los Mossos que dirigía el operativo aquel día.
Una vez que Marichalar fue trasladado al interior de la sede de la Generalitat, se negó a ser protegido por los Mossos d'Esquadra, les dijo que ellos no eran una policía legítima e hizo ademán de regresar a la plaza, donde los manifestantes independentistas seguían insultándole.
En ese momento, dos agentes le sujetaron de nuevo para impedir que volviera a la plaza y decidieron trasladarle hacia una sala para que se calmara.
Fue en ese trayecto hacia la sala cuando Marichalar forcejeó de nuevo con los agentes, insistiendo en volver a la plaza, y entonces el subinspector decidió detenerle por resistencia a la autoridad.
INDEMNIZACIÓN POR LA BRECHA
Por su parte, Marichalar siempre ha mantenido, y hoy lo ha hecho su abogado, que una vez dentro del Palau de la Generalitat los Mossos le trataron de malos modos y que cuando le trasladaban a la mencionada sala, hicieron que se diera un golpe en una ceja que le provocó una brecha.
Por esta herida, que los Mossos han afirmado que se la hizo él mismo golpeándose adrede contra el marco de una puerta, Marichalar acusaba a los tres agentes que le detuvieron de un delito de lesiones.
No obstante, fuentes jurídicas han señalado que los agentes han pagado a Marichalar una indemnización privada, extrajudicial, y Marichalar ha retirado la acusación contra los policías justo antes de empezar el juicio.
Finalmente, tras la declaración de los agentes, la Fiscalía, dando veracidad al testimonio policial, ha mantenido la acusación contra Álvaro de Marichalar por un delito grave de resistencia y ha solicitado una pena de nueve meses de cárcel.