A punto de cruzar Chequia, hacia Alemania y rumbo a casa hemos encontrado hoy a Álvaro Saiz fundador de "Galdakaoko Boluntarioen Gizarte Elkartea"... Regresa de la frontera de Polonia con Rumanía, donde a 300 km han habilitado un gran monasterio franciscano, en la ciudad de Katowice gracias a la colaboración de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. Es un punto de recogida seguro para acoger a refugiados y junto al que coordinan los autobuses y furgonetas que están llegando de Euskadi. El objetivo es realizar una acogida ordenada y por los canales oficiales.
"La tentación es ponerse la carpa de Supermán y jugarse el pellejo, pero es mejor aprovechar la infraestructura existente como este monasterio", dice, Álvaro Saiz entrevistado en Onda Vasca. Nos recuerda que en Grecia en 2016, desaparecieron más de 2 mil menores sin que se a día de hoy se sepa nada de ellos. Ahora se calcula que más de 300 mafias han llegado a las fronteras de Ucrania con objetivos similares.
"No seré yo el que anime a que personas particulares vengan... las mafias están ahí y muchas mujeres como ocurrió en Grecia terminan en redes de prostitución", por eso es tan importante "la ayuda organizada" explica Álvaro Saiz fundador de "Galdakaoko Boluntarioen Gizarte Elkartea".
En su regreso a Euskadi en autocaravana, Álvaro regresa bien acompañado, con dos octogenarias ucranianas residentes en zonas rurales, a las que fueron a buscar a la frontera.