Amaia Alday repite de colorado

Amaia Alday se toca la cabeza con las manos y susurra mirando al infinito. Es su forma de concentrarse. Es la liturgia que tiene que seguir para mantenerse al cien por cien en el partido. Hubo una época en la que le costaba centrarse y perdía un poco el pie. Fueron tiempos de sufrir en cada partido. Pero lo superó. Ella misma reconoce que era el momento de dar un paso más y buscar ayuda. Deportista excepcional de carácter arrebolado, logró domar al volcán para impulsar un talento. Pulir el diamante.

En 2021, en la segunda edición en la que la pelota mixta arribó en el Cuatro y Medio del Emakume Master Cup –en 2019 la campeona fue Miriam Arrillaga y después hubo un parón por la pandemia del covid-19–, se vistió de colorado en Mungia. Este sábado, en el frontón de Amorebieta-Etxano, reeditó la txapela del acotado. Cabe destacar que la dimoztarra ya sabía lo que era conquistar un cetro en el bello emplazamiento zornotzarra. Ganó Plazandreak. Fue un paso adelante. Un escalón más. Ahora parece que no tiene límite. 

Alday tumbó a Olatz Arrizabalaga, la otra manista más destacada del panorama femenino, con una exhibición de control, agresividad y potencia en el peloteo. Fue la dueña del partido. La gernikarra, un dechado de virtudes, no pudo contrarrestar el poder de su contrincante, que demudó su tez en los primeros compases. Aun así, hubo pimienta, buenos tantos y buen juego. En el partido de este sábado se va distinguiendo el cambio sustancial de la modalidad a un patrón de juego más expeditivo, violento y rápido. Es el camino del espectáculo. La pelota mixta explora nuevos horizontes.

Los errores de Arrizabalaga, la mayoría en ataque, también pasaron factura a la gernikarra. Finalizó el duelo con nuevo, demasiados para una pelotari de su categoría. A la foral se le resiste la txapela individual. En 2018 llegó a la final de goxua contra Patri Espinar y mordió el polvo en Azkoitia. 

La superioridad de Alday

Un gancho abajo de Alday abrió las hostilidades. Respondió Arrizabalaga con un dos paredes que se le cayó abajo (1-1). A partir de ese instante, la de Dima, que se impulsó con un buen saque, acumuló una distancia jugosa en el luminoso (6-1). Se tranquilizó y supo gestionar la presión. No así Olatz, atada a la necesidad, tensionada bajo la espada de Damocles.

Con todo, la gernikarra aprovechó un pelotazo por la pared para retomar el saque. Impuso su agresividad. Se colocó 6-5, pero erró un saque-remate y se volvió a encontrar remando a contracorriente. Amaia se puso 8-5 con una apertura. Arrizabalaga contestó con tres remates soberbios. Igualó en el octavo cartón.

Olatz Arrizabalaga y Amaia Alday, en una foto de archivo. Borja Guerrero

Alday deshizo el espejismo con una tacada de siete tantos que se inició en un fallo de Olatz de aire. El 15-8 no fue definitivo, pero sí que marcó. La azul, aun así, tuvo la oportunidad de ponerse 15-13, merced a un saque incisivo con el que logró tres muescas en ese tramo.

Pero el 16-13 fue clave. Olatz falló una dejada al txoko tras exprimir a Alday en un tanto de 24 pelotazos. La de Dima aprovechó el regalo. Se hizo fuerte. Se escapó 18-13 y 21-14. Solo un fallo de zurda de la dimoztarra frenó la sangría. Amaia se caló su segunda txapela consecutiva del Cuatro y Medio con un gancho venenoso.