La navarra Amaia Osaba logra su novento triunfo en el Descenso del Sella

La incombustible piragüista navarra Amaia Osaba se ha hecho este sábado con su noveno triunfo en el Descenso Internacional del Sella, de 18 kilómetros entre Arriondas y Ribadesella, que regresa tras los dos años de suspensión por la pandemia de covid. Osaba, de 47 años, ha compartido K2 con la zamorana Eva Barrios, con la que venció en las dos últimas ediciones del mítico descenso asturiano.

La palista navarra explicaba este viernes desde Asturias que tanto Eva Barrios como estaban preparadas: “Hemos entrenado bien y mañana (por hoy) veremos cómo sale la carrera. En la prueba femenina, como salimos tan atrás, dependemos mucho del factor de no encontrarnos un tapón de piraguas, sobre todo en la salida. Es un problema que puede marcarte toda la carrera y echarte del podio”.

Centenares de piragüistas a su salida a la 84ª edición del Descenso Internacional del río Sella. Jorge Peteiro

Según Amaia Osaba, las claves para ganar el Descenso del Sella, al margen de conseguir evitar los tapones de participantes, son: “Lo primero es conocer el río. Si quieres hacer un Descenso en condiciones tienes que haberlo reconocido. Es un río que va con poca agua y hay que saber por dónde bajarlo. A veces, con tantos participantes, es imposible trazarte tu camino perfecto, pero incluso en ese caso es importante saber qué te puedes encontrar en cada tramo... Para conocer bien el río, yo suelo escaparme un par de días en junio y, si puedo, otros dos días en julio. Intento hacer seis o siete bajadas antes de la carrera. Hice el último descenso el miércoles para ver exactamente cómo está el río, porque puede cambiar mucho según el caudal”, comenta.

“Además”, añade Osaba, “hay que recordar que es una carrera de 18 kilómetros que se hace muy dura al final. Te puede llevar la pasión e ir fuerte al principio y pagarlo después. Es importante ir con la cabeza fría, controlando tu esfuerzo, porque poco antes de la ría se empieza a hacer muy duro”.

Si la prueba femenina no se disputara a la vez que la masculina –y saliendo por detrás–, las participantes podrían vigilar a sus rivales, pero no es el caso: “Lo normal es no saber si vas primera o tercera. Si unas rivales toman la salida por el otro lado del río no las ves. A veces, son los espectadores los que nos dicen en qué puesto vamos, pero lo normal es no saberlo. Por tanto, no puedes pensar en eso sino en cómo trazar mejor para acabar lo antes posible”.

CATEGORÍA MASCULINA

Por su parte, los palistas franceses Quentin Urban y Jeremy Candy han sido los vencedores en categoría masculina. Ambos se han impuesto en un apretado sprint con otras tres embarcaciones españolas para llegar los primeros a la meta ubicada en el puente de Ribadesella marcando un tiempo de una hora, 45 minutos y tres segundos.

Los galos llegaron por delante del K-2 de Walter Bouzán y Álvaro Fernández Fiuza, que fueron segundos, y del de Julio Martínez y Emilio Llamedo, que fueron terceros. En el sprint quedarían cuartos la pareja formada por Miguel Llorens y Alberto Plaza.

La competición comenzó a las 12.00 horas, después de que el asturiano Raúl Entrerríos, recientemente retirado del balonmano profesional, leyese el tradicional pregón en verso en el puente de Arriondas, donde se cantó el 'Asturias, patria querida'.

Los vencedores de la última edición, Julián Becerro y Miguel Fernández, salían en la mejor posición, pero se vieron taponados en una espectacular salida por los argentinos Dardo Antonio Balboa y Franco Iván Balboa. Terminaron sextos y quintos respectivamente, llegando a la meta segundos más tarde que las cuatro primeras embarcaciones.