Nadie quedó contento anoche en el Bilbao Arena. Unicaja buscaba ganar para ser cuarto en la tabla, y así contar con el factor cancha a partir de este fin de semana ante Tenerife, pero los de Vidorreta no fallaron ante Zaragoza. Triunfo estéril para el equipo malagueño que sí le habría valido a Bilbao Basket, que vio como el doloroso 71-103 iba acompañado de la indeseada pero esperada victoria de Obradoiro frente a Fuenlabrada. La combinación deja a los hombres de negro fuera de Europa y del décimo puesto de esta Liga, que puede ser el duodécimo si el Breogán vence al Valencia.
Ninguno de los parciales favoreció al equipo de casa. La sufrida afición contemplaba cómo el sueño de repetir presencia en la próxima Champions se esfumaba porque todo el mundo tenía claro que el milagro en Santiago no se iba a dar. Se llegó vivo al descanso, 41-49, pero mediado el tercer cuarto, 46-64, quedó claro que iba a resultar misión imposible. Los suspiros finales supusieron dejarse llevar hasta los 32 puntos de desventaja y la única vez que en Miribilla se ha encajado el triple dígito a lo largo de este curso.
El desencanto se fue apoderando del ambiente para los de Jaume Ponsarnau con el paso de los minutos. Con el parche de Sergio Llorente solo para este partido y Nikola Radicevic renqueante, la dirección del juego se vio sometida a la del adversario, pese a que ni siquiera fue necesario que activos como Brizuela o Perry estuvieran muchos minutos en cancha.
Y como las estadísticas siempre son un fiel reflejo de lo sucedido sobre la cancha, 32 rebotes capturados frente a 44. 67 créditos de valoración por 132. En el campeón de Copa con Tyson Carter en plan estelar, 21 puntos, 6 rebotes y otras 6 asistencias. En el otro bando, los que han estado a mejor nivel y sacado la nava a flote en muchas ocasiones. Álex Reyes, 19 puntos y 2 rebotes, Adam Smith, 15 puntos y 6 asistencias, y Jeff Withey, 11 puntos y 5 rebotes.