El gigante tecnológico Amazon comenzará oficialmente a comunicar este miércoles los miles despidos que anunció este mes y que afectarán principalmente a empleados de su negocio de comercio minorista y de recursos humanos.
En total, Amazon prevé eliminar algo más de 18.000 puestos, incluidos los despidos que dio a conocer el pasado noviembre, cuando había recortado unos 10.000 empleos, sobre todo en sus ramas de dispositivos y de libros.
La cifra representa alrededor de un 6 % de los aproximadamente 300.000 empleados "corporativos" de Amazon (principalmente trabajos de oficina), una empresa que en total -incluyendo a personas que trabajan por horas o con contratos temporales, en almacenes y tareas de reparto- tiene una plantilla de más de 1,5 millones de trabajadores.
La empresa está considerada como el segundo mayor empleador privado de Estados Unidos, sólo por detrás del gigante minorista Walmart.
El consejero delegado de Amazon, Andy Jassy, anunció los despidos el pasado 4 de enero, después de que los planes se filtraran a la prensa.
"Somos muy conscientes de que estas eliminaciones son difíciles para las personas y no tomamos estas decisiones a la ligera, ni subestimamos cuánto pueden afectar a la vida de los afectados", explicó Jassy en un mensaje a la plantilla, en el que prometió apoyo e indemnizaciones para quien sea despedido.
Ya entonces, el máximo ejecutivo de la compañía indicó que las salidas comenzarían a comunicarse a las personas afectadas -o a los sindicatos en ciertos casos- a partir del 18 de enero, sin dar detalles sobre cómo se repartirán los despidos entre los muchos países en los que Amazon tiene presencia.
La incertidumbre económica, uno de los motivos de los recortes
Como motivo del reajuste de plantilla, Amazon apuntó a la incertidumbre económica y al alto número de contrataciones que había llevado a cabo en los últimos años.
Durante la pandemia, la compañía estadounidense dobló su plantilla aprovechando el "boom" del comercio electrónico y de todo el sector tecnológico.
En su año fiscal de 2020, Amazon tuvo un beneficio neto de más de 21.000 millones, casi el doble que en 2019, mientras que en 2021 volvió a batir récords, ganando más de 33.000 millones de dólares.
Aunque sus cuentas para el conjunto de 2022 aún no se conocen, entre enero y septiembre registró unas pérdidas de 3.000 millones de dólares -consecuencia sobre todo del desplome de las acciones de la empresa de fabricación de vehículos eléctricos Rivian, en la que tiene una participación importante-, a pesar de que su facturación siguió creciendo.
Los despidos de Amazon son parte de una tendencia generalizada en el sector tecnológico, que tras crecer con fuerza en los últimos años ha optado en los últimos meses por importantes reajustes.
Empresas como Twitter, Meta o Salesforce, entre otras muchas, han llevado a cabo importantes recortes de plantilla y se calcula que en 2022 el sector tecnológico perdió más de 150.000 empleos, según la web Layoffs.fyi, que recopila las cifras anunciadas por las compañías.