Rompieron sus sueños de la infancia y tuvo que dejar los estudios. Superviente de la trata de mujeres, las mafias le llevaron a pasar “por más de cuarenta prostíbulos del país”. La activista feminista y escritora Amelia Tiganus protagonizó ayer el XIII encuentro de mujeres de Uribe Kosta, celebrado en la sede de Inola, en Urduliz, y organizado por la Asociación Andra Barriak y con la colaboración del Ayuntamiento de Urduliz y la Mancomunidad de Uribe Kosta. Un evento que, como cada año, se encuentra enmarcado dentro de los actos del 25N, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
En esta ocasión, la jornada estuvo centrada en el sistema prostitucional y su relación con la violencia sexual. Sobre ello habló Amelia Tiganus, autora de la publicación La revuelta de las putas. Natural de Rumanía, cuando todavía no había alcanzado la mayoría de edad sufrió en sus propias carnes cómo actúan las mafias del proxenetismo.
Después de ese infierno, relató que en Euskadi ha encontrado su hogar. “De hecho, me han dicho que parezco una vasca de caserío”, bromeó. Amante de la vida, por encima de todo, de los gatos y de los buenos libros, de entrada señaló que lo que le da esperanza es “ir cumpliendo sueños”. Precisamente hace poco tiempo cumplió el de “acceder a la universidad” porque a los 14 años tuvo que abandonar los estudios. “Siempre había sido una niña muy inquieta, muy inteligente y sacaba buenas notas, pero debido a toda la violencia que empecé a sufrir en el entorno que debía haberme protegido y cuidado tuve que abandonar los estudios”, detalló. A este respecto se refirió a que “la comunidad es un factor decisivo” en el desarrollo de las personas. “La comunidad puede salvar a las personas porque ninguna se salva sola”, agregó. Igualmente, agradeció su ayuda a aquellas personas que vieron en ella “algo más que un cuerpo al servicio del deseo sexual de los hombres”.
Sobre esta línea, manifestó que desde hace seis años tiene el “privilegio” de enfrentarse a la industria de la explotación sexual, a la que calificó de “multinacional criminal”. Una batalla que no libra por ella misma, sino que lo hace “pensando en esas niñas que esta noche se acostarán soñando con ser -como ella hacía- profesora, médica, abogada o astronauta y, sin embargo, van a convertirlas en putas. Las putas de todos y todas, porque las putas no sólo somos de los puteros o proxenetas, somos de toda una sociedad que por acción u omisión acepta esta condición de algunas mujeres”.
Respecto al papel de las feministas, destacó que “convierten la rabia en justicia, en acción no violenta” y eso es algo que les “honra”. “Lo que más me gusta es nuestra generosidad e inteligencia porque vamos por delante y tenemos el convencimiento, después de todo lo que hemos sufrido, de que los hombres no son malos por naturaleza, no tienen algo en el ADN que les convierte en monstruos malvados, sino que es la cultura y todo el entorno social, político y religioso el que marca cómo se desarrollan como seres humanos y cómo nos tratan. Por lo tanto creemos que es posible cambiar esta forma de vivir”, argumentó. Al mismo tiempo se definió como “feminista radical”, pero no porque cometa “actos vandálicos”, sino porque “ser feminista radical es ir a la raíz del problema”, matizó.
Por último señaló que en la humanidad hubo un punto de inflexión respecto a las mujeres cuando se dio el paso de nómada y cazadora-recolectora a ganadera-agrícola. “Se empezó a ocupar la tierra y en ese momento las mujeres dejamos de ser respetadas y veneradas. Pasamos a ser propiedad privada de los hombres, primero de los padres y luego de los maridos, y nos dividieron a través del matrimonio y la institución de la prostitución entre mujeres privadas y públicas, es decir, una para cada uno y unas cuantas para todos”, concluyó.
En la jornada también intervino el presidente de la Mancomunidad de Uribe Kosta, Josu Landaluze, quien agradeció la organización de este evento ya “consolidado” y apuntó que “el Estado español es el primer país de Europa en consumo de prostitución y el tercero a nivel mundial”. Sin embargo, subrayó que “más pronto que tarde se conseguirá el abolicionismo de la prostitución mediante las leyes y la concienciación social, y podremos construir una sociedad que ponga en el centro la libertad de las mujeres”.