Améscoa arrancó con agurra y aurresku, la inauguración del colegio público Las Améscoas en Zudaire en dos actos. El primero el que congregó el viernes a “la comunidad escolar y las familias” y el segundo, el de ayer sábado: una celebración que se abrió a los vecinos y vecinas del valle que llenaron el salón de actos del antiguo edificio de Víctor Eusa que acogió las colonias de la Caja de Ahorros de Navarra.
Un centro reformado por dentro con la participación del Gobierno de Navarra y que tras la firma del convenio con la exconsejera María Solana, pasaría a ser de propiedad amescoana. Unas obras que han supuesto una inversión de más de 3 millones de euros para este espacio establecido desde 1934 en el robledal de Mendigaña y que cuenta con un total de 15.700 m². Un edificio que pasó a la actividad educativa en 1977 reuniendo a las escuelas de Zudaire, Eulate y Larraona, “evitando que los niños y niñas acudieran a la masificada concentración escolar de Estella”.
“Hoy es un día para estar contentos y agradecer todos los esfuerzos realizados”, aseguró la alcaldesa de Améscoa Baja, Estíbaliz Erdozia, quien recordó todos los esfuerzos realizados desde 1975, en el que hubo un acuerdo entre todos los pueblos de Améscoa para reabrir un colegio para el valle: “algo que se consiguió y que desde entonces ha sido clave para la unión de Améscoa”, destacó Erdozia.
En el acto, se mostraron las renovadas instalaciones a alrededor de 200 vecinos y vecinas del valle, y habló Íñigo San Martín, antiguo alumno, quien recordó los primeros años del colegio: “estudiar aquí era como estar en casa”. San Martín valoró la importancia de los trabajadores “alguno como la cocinera Faustina de Baríndano que ya no está” pero también a Víctor Urra o Sagrario Otermin, esta última una persona que nació ya en el edificio de las colonias y que hasta 2022 estuvo vinculada al colegio.
También presentó el centro el antiguo profesor y director Juan Carlos Urra, quien destacó su importancia como un elemento integrador fundamental para Améscoa: “las cuadrillas de los pueblos pasaron a conocerse y a ser de todo el Valle”. Urra recordó los momentos difíciles del centro en el que, además de bajar el número de alumnos, se convivía con las carencias del edificio: “poníamos los abrigos en las ventanas para evitar que penetrara el viento” pero que, con todo, “es como dijo en su día una de las alumnas, el colegio más bonito de Navarra”.
En la presentación también intervinieron Imanol Arbizu y la directora, Maider Etxeto Sos, quien mostró su satisfacción por el fin de las obras: “hemos convivido durante unos meses con el ruido y el polvo pero nos fuimos adaptando y ahora vemos que el esfuerzo mereció la pena porque el colegio ha quedado muy bien”, aseguró Etxeto que dirige el actual centro en el que hay 62 alumnos y alumnas que en su mayoría pertenecen al Modelos D (euskera) y en el que se agrupan por ciclos. Así se reúnen en una clase “los escolares de infantil; de 1º y 2; los de 3º y 4º y también los de 5º y 6º. Por su parte, en el presente curso finalizan los seis últimos alumnos pertenecientes al modelo A y también asisten los ocho estudiantes que han completado el ciclo de sus estudios en euskera en el centro y que este curso están en 1º de la ESO”, finalizó Etxeto.
Tras el recorrido, los vecinos y vecinas de Améscoa se reunieron en el salón de actos donde hubo aperitivo y donde se comentaron las obras y la importancia de este edificio “para el futuro del valle”.