Amnistía Internacional (AI) tildó este domingo de "escandalosos" los beneficios netos de la mayor petrolera del mundo, la estatal saudí Aramco, de161.000 millones de dólares en 2022, los mayores jamás obtenidos por una empresa, por vender combustibles fósiles, responsables de la crisis climática.
"Es escandaloso que una empresa obtenga un beneficio de más de 161.000 millones de dólares estadounidenses en un solo año por la venta de combustibles fósiles, el principal factor de la crisis climática", dijo en un comunicado la secretaria general de AI, Agnès Callamard.
Señaló que es incluso más "chocante" que este superávit "se amasó durante una crisis mundial del coste de la vida y se vio favorecido por el aumento de los precios de la energía derivado de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania".
En sus resultados publicados hoy, Aramco registró en 2022 un alza de su beneficio neto récord de un 46,5 % más que en el año anterior, debido al aumento en los precios del crudo por la guerra en Ucrania y la mayor demanda de petróleo tras la pandemia.
Se trata de las "ganancias anuales más altas" de la petrolera saudí "como compañía que cotiza en Bolsa", dijo Aramco en un comunicado.
Al respecto, Callamard manifestó que "ya es hora de que Arabia Saudí actúe en interés de la humanidad y apoye la eliminación progresiva de la industria de los combustibles fósiles, que es esencial para evitar más daños climáticos".
El Gobierno saudí y el Fondo de Inversión Pública (PIF, por sus siglas en inglés), su fondo soberano, poseen más del 98 % de Aramco, lo que convierte a la empresa, a través de los dividendos e impuestos que paga, en una importante fuente de ingresos, riqueza e influencia del reino.
Aramco produce actualmente más de 12 millones de barriles de petróleo al día y su objetivo es aumentar su producción en cerca de un millón de barriles diarios para 2027 y aumentar su producción de gas natural en un 50 % para 2030.
Se calcula que el petróleo y el gas producidos por Aramco son responsables de más del 4 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero desde 1965 y, según un estudio, representaron alrededor del 4,8 % de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 2018, la mayor de cualquier empresa de petróleo y gas, afirmó AI.
Aramco suele afirmar que sus emisiones operativas son "bajas" en comparación con otros grandes productores de petróleo, pero "esto es insignificante cuando se siguen consumiendo los millones de barriles diarios que bombea", aseveró la ONG.
Por ello, Callamard instó a que los beneficios de Aramco se utilicen "en beneficio del planeta y de sus pueblos", ya que podrían financiar una "transición justa y basada en los derechos humanos hacia las energías renovables".