La ciudad de Ámsterdam impuso multas que rondan los 22.000 euros a seis propietarios por violar la prohibición de comprar viviendas con el fin de alquilarlas en los primeros cuatro años posteriores a la adquisición, una norma que busca luchar contra la crisis inmobiliaria en Países Bajos.
La restricción para la protección de compra se aplica desde el 1 de abril pasado, lo que afecta a seis de cada diez viviendas en propiedad existentes en Ámsterdam y supone que cualquiera que compre una casa que tiene un valor WOZ -valor oficial de la propiedad- de hasta 512.000 euros (533.000 euros a partir de este año), debe vivir en ella los primeros cuatro años posteriores a la compra.
Desde la entrada en vigor de la norma, el municipio ha impuesto ya multas que rondan los 22.000 euros por vivienda a seis propietarios en total, según un comunicado del ayuntamiento de la capital neerlandesa.
Además, también se les impuso una especie de "multa coercitiva", es decir, quienes sigan infringiendo esta norma estarán sujetos a sanciones adicionales de 43.000 euros.
"Con la llamada protección de compra evitamos que los inversores compren viviendas y pidan alquileres altísimos. Y nos aseguramos de que las casas permanezcan en el mercado para compradores nuevos", dice la nota, que señala que la verificación de cumplimiento de la norma se hizo a finales de 2022.
A modo de ejemplo, el municipio señaló que una pareja pagó 2.000 euros al mes, sin gastos incluidos, por una casa pequeña de dos habitaciones en Ámsterdam Nieuw-West, la zona de barrios del oeste de la ciudad, con una fianza de 3.000 euros pagada a la agencia, que mantuvo el nombre del propietario real en el anonimato.
Por otra casa en la zona oeste de Ámsterdam, una pareja de estudiantes extranjeros tuvo que pagar 2.000 euros mensuales, sin gastos incluidos, y una fianza de 2.000 euros, además de una tarifa de 2.000 euros en concepto de "mediación" a la agencia que gestionó el alquiler, esto último es ilegal en Países Bajos.
En otras dos viviendas alquiladas ilegalmente, los inquilinos recibieron la promesa de que podían comprar la casa en la que residían después de tres años de alquiler, y tuvieron que pagar 27.000 euros y 30.000 euros respectivamente a los propietarios, que se les descontarían supuestamente del precio de venta en el momento de la compra.
Las cinco ciudades más grandes de Países Bajos (Ámsterdam, Róterdam, La Haya, Utrecht y Eindhoven) aplican algún tipo de prohibición de compra para alquilar, lo que se basa en un cambio en la ley nacional que entró en vigor en enero y que permite a las ciudades designar áreas donde se podría evitar que los inversores compren casas solo para alquilarlas, y no para vivir.
La norma en Ámsterdam incluye algunas excepciones: la vivienda se puede alquilar a familiares cercanos o de forma temporal cuando el propietario necesite irse durante ciertos periodos de tiempo específicos, como para viajes internacionales largos o trabajo en el extranjero, pero, en cualquier caso, se requiere un permiso del municipio.