El Plan Foral de Obras y Servicios 2020-2021 concedió a Amurrio cerca de 864.500 euros en ayudas de cara a que pueda abordar, antes de finalizar 2023, dos proyectos de envergadura, cifrados en más de dos millones de euros. Se trata, por un lado, de la construcción del nuevo centro rural de atención diurna (CRAD) en el número 19 de la calle Mendiko, que lleva pareja la rehabilitación de la Casa Landazuri para trasladar allí la vivienda comunitaria San Mamés de la calle Etxegoien, y fusionar así todos los servicios de la Tercera Edad en una misma zona; y, por otro, del proyecto que permitirá convertir el edificio del antiguo mercado de abastos, situado en el número 9 de Foru Kalea, en un centro sociocultural de uso polivalente que –siguiendo las directrices del Plan de Equipamientos Municipales, presentado el pasado junio– prevé acoger una nueva biblioteca infantil y otra para adultos, salas de estudio, mediateca y Kzgunea.
“En el primer caso el plan foral solo atiende la parte del CRAD, pero sigue en pie la idea de fusionar todos los servicios para mayores con el traslado de San Mames Etxea a Casa Landazuri; y para el proyecto del mercado, la ayuda es para el arreglo del cascarón; es decir, el edificio y sus accesos, aprobado el pasado octubre, y de aquí que hayan sido los dos proyectos que se decidió presentar a los fondos europeos, de los que todavía estamos en plazo de resolución de la subvención”, ha explicado a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el alcalde de Amurrio, Txerra Molinuevo.
Calle Landako
El regidor amurrioarra también ha adelantado que al próximo plan foral se ha presentado la reurbanización de la calle Landako, cifrada en 1,2 millones; así como una reforma interior del polideportivo Bañueta, por importe de 1,4 millones, que servirá para crear más salas para servicios accesorios de uso comunitario tales como sala de escritura-lectura, guardería o similar, así como para construir una grada retráctil para ganar espacio sin reducir aforo. Ambos proyectos han sido atendidos con una aportación foral conjunta de 1,4 millones, y deberán estar culminados antes de finalizar 2025.
Casa Landazuri
Por lo que respecta a los proyectos a acometer en 2023, el del CRAD de Mendiko, diseñado por Arzanegi Arquitectura, fue aprobado en el pleno del pasado noviembre. La obra –con un presupuesto que supera el millón de euros, de los que 576.318,08 euros llegarán vía foral– se ejecutará en diferentes fases. Así, primero se construirá el nuevo centro rural de atención diurna, que incrementará la capacidad del actual (15 plazas) ubicado en Villa Fe y que irá adosado a la casa Landazuri. Un inmueble cedido por una familia al Ayuntamiento en 2004, con la condición de que se destinase a algún servicio para el colectivo veterano, como así va a ser, ya que tras su reforma se trasladará allí la vivienda comunitaria de San Mamés de la calle Etxegoien, gestionada por el Ayuntamiento desde 1990 y en la que residen ocho personas con un nivel de autonomía importante. Cuando termine el proyecto se unificarán en Landazuri todas las personas usuarias y quedarán libres tanto la vivienda de Etxegoien como el edificio Villa Fe para que el Ayuntamiento pueda destinarlas a otras necesidades. De hecho, el nuevo plan director de equipamientos tiene puestos sus ojos en Villa Fe, para crear en el edificio un centro de asociaciones, con el doble objetivo de valorizarlo y de dotar a todo el movimiento asociativo del municipio de un espacio de calidad.
De mercado a biblioteca
Dentro de este mismo plan entra de lleno el proyecto del Mercado Viejo del número 9 de Foru Kale, pues su rehabilitación es uno de los primeros pasos para poder crear una red de equipamientos culturales en el centro urbano de la localidad, contando también con la casa de cultura, la casona y la nueva ludoteca de la Plaza Armurulanda, que se estrena hoy con las colonias infantiles de invierno. En este caso, el proyecto, aprobado en el pleno del pasado septiembre, consolidará la estructura existente, que será aprovechada en su mayoría, y reacondicionará la zona interior con un espacio diáfano que permitirá acomodar diferentes usos (en principio, la nueva biblioteca infantil y otra para adultos, salas de estudio, mediateca y Kzgunea), así como instalar un ascensor que comunicará la planta baja y el semisótano, con el fin de garantizar la accesibilidad.
La reforma –cifrada en 1,2 millones de euros, de los que 288.159,04 euros proceden del Plan Foral– también afectará a la envolvente, la fachada y cubierta del inmueble. Se trata de una construcción de casi mil metros cuadros con dos plantas, una de ellas semi soterrada, que fue concebido como mercado municipal en 1976 pero que, a consecuencia de un incendio, nunca llegó a utilizarse como tal. Sí ha servido de almacén municipal y de local de ensayo para los grupos de Kintos y ahora, tras años en desuso y más de un proyecto en torno a su posible uso desechado (desde parking de uso rotativo hasta gaztetxe, pasando por espacio de ocio infantil cubierto), parece que ha triunfado, al menos en parte, la idea que se estudió hace ya más de una década de trasladar allí la biblioteca municipal.
Casona
A ella le seguirán, en función de los recursos, la transformación de la Casona (actual sede de las bibliotecas, la oficina de turismo y una sala de exposiciones) para alojar talleres municipales antes dispersos por varios edificios, y de la Casa de Cultura para, eliminando las limitaciones y los usos actuales, destinarla a convertirse en el motor cultural del municipio, con auditorio, sala de exposiciones y salas polivalentes de diversos tamaños para acoger las demandas culturales de la ciudadanía. El nuevo Plan de Equipamientos también recoge crear en el ahora vacío edificio del antiguo ambulatorio, un centro de artes escénicas que dé cabida a la escuela de música, la escuela de danza y el grupo de teatro.