La ministra de Igualdad, Ana Redondo, "ha exigido" este sábado a las instituciones que se cuelgue la bandera arcoíris para trasladar su apoyo al colectivo LGTBI en un momento en el que, a su juicio, la extrema derecha pretende devolver a la sociedad "a la caverna".
"La extrema derecha en todo el mundo pretende devolvernos a la caverna, pretende enfrentarnos, negar la diversidad en una sociedad como la española, como la europea, que es diversa", ha asegurado este sábado en declaraciones a los periodistas tras una manifestación que ha congregado a más de cien personas en Valladolid por las últimas agresiones LGTBIfobas en la ciudad.
La ministra ha advertido que el incremento de las agresiones contra miembros de este colectivo "cabalga de la mano de la extrema derecha de Vox", que comparte gobiernos con el PP en muchos ayuntamientos como el de Valladolid y, hasta el pasado 7 de julio, en varios ejecutivos autonómicos.
Redondo ha centrado sus críticas en el Consistorio vallisoletano, donde el alcalde, Jesús Julio Carnero (PP), se negó a colgar una pancarta con los colores del arcoíris pese a que una sentencia del Tribunal Supremo considera esta bandera constitucional, y en la Junta de Castilla y León, ya que esta es la única Comunidad que carece de una ley LGTBI propia.
"En ese sentido esta comunidad y esta ciudad están retrasadas en el respeto a la diversidad, a la igualdad y, en definitiva, a la democracia y a los derechos, por eso estamos aquí y estaremos allí donde se produzca cualquier retroceso de las libertades de las personas", ha advertido.
Teléfono arcoíris
Respecto al teléfono 028, el llamado 'teléfono Arcoíris' que es un canal de atención a las víctimas de delitos de odio y de discriminación en casos de LGTBIfobia, la ministra ha señalado que lleva más de un año y que recibe "cientos de llamadas a diario", ya sea para denunciar alguna agresión o para asesorar o acompañar a las personas que dudan de algunos procedimientos o que "simplemente que quieren reivindicar su propia personalidad y su propia diversidad".
Manifestación
Más de un centenar de personas se han concentrado este sábado en la plaza mayor de Valladolid para denunciar las últimas agresiones contra miembros del colectivo LGTBI en menos de tres meses: la primera, la de una joven a la que rompieron la mandíbula al grito de "lesbiana de mierda" en las fiestas patronales de septiembre y, la última, el pasado 8 de diciembre a una pareja de hombres a los que agredieron tras salir de una zona de fiesta.
La presidenta de la Fundación Triángulo, Yolanda Rodríguez, ha lamentado en declaraciones a los periodistas que su organización siempre ha defendido que "Valladolid era una ciudad absolutamente diversa y ahora eso está cambiando", para incidir en que reciben comentarios de miembros del colectivo LGTBI de que "ya no van tranquilos cogidos de la mano", especialmente en las zonas de ocio.
Rodríguez ha achacado este incremento de los ataques homófobos a que las instituciones no sean firmes en el respeto a los derechos de las personas LGTBI y que "amaguen en exhibir esa vinculación" con este colectivo.
"Hay mucha gente joven que dice, si mi ayuntamiento o mis políticos no están a favor o no exhiben su apoyo a la diversidad sexual y de género, ¿por qué lo voy a respetar yo?", ha reflexionado, antes de denunciar la falta de educación y de prevención en todos los ámbitos en Castilla y León, donde "no hay ni una sola política LGTBI".
En la manifestación, a la que han acudido representantes de todas las fuerzas políticas en el Ayuntamiento salvo Vox, se ha leído un manifiesto en el que se ha reclamado medidas a favor de la educación en igualdad, neutralizar la inacción de la administración y un mayor refuerzo institucional, más vigilancia en las zonas de ocio nocturno y la sensibilización de las fuerzas de seguridad, así como una Ley LGTBI autonómica.
Ley LGTBI en Castilla y León
En relación a esa norma autonómica, la presidenta de la Fundación Triángulo ha valorado la proposición de ley que el Grupo Parlamentario Socialista registró ayer en las Cortes de Castilla y León "siempre que sea capaz de arrastrar a otros grupos políticos", porque en caso contrario, "se volverá a quedar en papel mojado como en los últimos años".
A su juicio, las personas LGTBI en la Comunidad "lo necesitan" y "va a facilitar más su vida", ya que el objetivo es que estas personas "vivan en libertad, en igualdad, con respeto y todo eso tiene que hacerse desde las administraciones".
Rodríguez también ha valorado que se haya incluido el término de "sexilio" en la propuesta del PSCYL, entendido como el abandono de un territorio por su género o condición sexual, ya que la Fundación Triángulo recoge desde hace años testimonios, especialmente en el medio rural, "de gente que se va de su pueblo porque no son los suficientemente respetados".