El Santurtzi está viviendo en estas últimas semanas sus días más felices desde que lograra el ascenso a la Tercera RFEF. Los de Miguel Romillo, que cuajaron un inicio de liga escaso en cuanto a victorias, han visto en el mercado de invierno como su punta de ataque se reforzaba con goles llegados desde el otro lado del charco. Ander Castillo, a quienes muchos aún recuerdan de su último año en Euskadi antes de cursar sus estudios superiores en Estados Unidos, ha insuflado aire fresco a un vestuario que ahora más que nunca cree que la permanencia es posible.
Miguel Romillo sobre el curso del Santurtzi: "Está siendo una temporada dura"
Oportunidad
En el último año de categoría cadete, Castillo jugaba como portero. Deusto o Danok Bat fueron testigos de cómo un chico que "en infantiles no llegaba al larguero y todo lo que tiraban por arriba era gol" se llegó a convertir en un meta destacado de la categoría. En juveniles, su vida estudiantil le llevó a Estados Unidos con el objetivo de conseguir una beca deportiva que le permitiera compaginar los estudios con el fútbol y además hacerlo con un beneficio económico.
Sin embargo, "un par de semanas antes de la prueba de fútbol", Castillo se "rompe el brazo" por lo que "de portero ya no podía hacer las pruebas". "Estaba allí y pensé, bueno, pues las hago de jugador, total, no pierdo nada. Las hice y me cogieron como jugador cuando toda mi vida había sido portero", explicó en Onda Vasca el ariete del Santurtzi.
"El fútbol allí es muy diferente - prosiguió el goleador - porque se pitan muchísimas faltas, el nivel de arbitraje es horroroso, ir al choque es falta y amarilla. Los entrenadores muchos de ellos solo saben de fútbol por lo que ven en la tele porque no han jugado. Yo tuve suerte de que mi primer entrenador era inglés. Allí la temporada duran dos meses y medio y se entrenan prácticamente todos los días a las 8 de la mañana".
Ligas universitarias
Las becas y las divisiones se otorgan según el nivel tanto académico como futbolístico de los alumnos, pero "con las becas deportivas siempre intentan hinchar las notas académicas al máximo si no eres tan buen estudiante", reconocía durante la tertulia de fútbol bronce el delantero morado.
"Poco a poco me fui adaptando y quedé máximo goleador de mi división. El fútbol allí no gusta tanto como aquí porque dicen que es lento. Allí no pueden soportar un deporte en el que pueda haber un 0-0 o en el que no haya pausas. Sin embargo a nivel de estructuras está muy bien, yo jugaba en Búfalo y mi universidad no era muy rica, pero en nuestro estadio cabían 10000 personas", detalló Castillo.
Salto al Santurtzi
Tras finalizar su periplo académico y volver a Bilbao, su aita comenzó "a mover unos vídeos de los higlights de la temporada, con los goles y así a los clubes de aquí". "Le llegó a Javi y me llamó, me dijo que viniera a probar sin ningún tipo de compromiso. Conocía a Cuenca, que había estado también jugando allí y dio alguna referencia mía. Estoy muy contento con la oportunidad porque yo con un equipo de preferente o división de honor hubiera estado satisfecho, allí no hay mucho nivel, la calidad la tienen los europeos que van, en mi once inicial solo había un americano", explicó el nuevo killer santurtziarra.
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