La portería del Athletic no gana para sustos, convertidos ya en problemas reales, en el primer tramo de una pretemporada en la que los principales quebraderos de cabeza se concentran bajo los palos. La preocupación es insorteable al depositar la vista en la meta rojiblanca, pues a día de hoy Ernesto Valverde no tiene ningún guardameta del primer equipo apto para competir. Unai Simón, quien avanza en la recuperación de la tendinopatía del supraespinoso que padece en su hombro derecho, no ha podido disputar ningún partido amistoso desde que se incorporó al trabajo este verano, mientras que Julen Agirrezabala, llamado a sustituirle en caso de necesidad en el estreno liguero ante el Mallorca en San Mamés, sufrió en el entrenamiento vespertino del martes una fractura en el tercer metacarpiano de su mano derecha, la cual le obligará a pasar por el quirófano y a perderse, por ende, el arranque del curso entrante.
Con Jokin Ezkieta fuera del club desde el primer día de la pretemporada tras rescindir su contrato para recalar en el Racing de Santander, todas las miradas se concentran ahora en Ander Iru (Igorre, 22-VIII-1998) y Alex Padilla (Zarautz, 1-IX-2003), dos de los tres porteros que arrancaron los entrenamientos de pretemporada con el primer equipo. Ibon Ispizua (Mundaka, 8-IV-2003), el tercero en discordia, dejó el grupo semanas atrás para incorporarse al Bilbao Athletic de Bingen Arostegi. A las órdenes de Valverde, así las cosas, permanecen dos cancerberos formados en Lezama y que serán los encargados de defender la portería del Athletic en los amistosos de esta semana ante Newcastle y Mirandés, teniendo serias opciones también de repetir la próxima semana frente a la Real Sociedad y el Alavés en las dos últimas pruebas del verano.
En caso de que Simón cumpla los plazos establecidos y llegue a tiempo al primer envite liguero, Iru o Padilla ejercerán además como segundo portero contra al Mallorca, rival contra el que podría estrenarse como león en partido oficial uno de los dos si el murgiarra no consigue dejar atrás a tiempo unas molestias en el hombro que arrastra desde la pasada temporada.
EL CAMINO
Iru, a menos de un mes de cumplir los 24 años, llegó al Athletic en edad alevín en 2008 y ha ido quemando etapas en las categorías inferiores del club hasta alcanzar el primer filial rojiblanco en 2019. Con tres años de actividad en el Basconia y otros tres en el Bilbao Athletic, la antigua Segunda División B y la actual Primera Federación asoman como el particular techo futbolístico del de Igorre, descendiente de una saga de guardametas rojiblancos como lo fue su tío Patxi Iruarrizaga y su padre Aitor, actual preparador de porteros en el club bilbaino.
Nueve partidos disputó el vizcaino la pasada campaña con el Bilbao Athletic, equipo con el que Iru, al igual que Padilla, está en condiciones de competir en el ejercicio entrante más allá de ejercer o no como león al ser menor de 25 años. En dos de los cuatro amistosos jugados ya en pretemporada por el Athletic, Valverde ha dado vuelo al de Igorre, convirtiéndolo en la primera alternativa a Agirrezabala ante la forzada ausencia de Simón. El vizcaino, sin minutos en el primer encuentro del triangular de la Copa de las Tradiciones ante el Borussia Mönchengladbach, fue de la partida en el segundo choque de 45 minutos frente al Duisburgo parando un penalti y entró en escena contra el Mainz 05 a la hora de juego. Los treinta últimos minutos de dicho test, así como la segunda mitad del test ante el Bochum sumó por su parte Padilla, activo también en dos de los cuatro amistosos.
El de Mundaka, de madre mexicana e internacional sub’19 con la selección estatal, ingresó en Lezama en 2019 procedente del Zarautz para sumarse al Juvenil B y ha ido escalando en la pirámide formativa hasta presentarse como una destacada promesa de futuro. A pesar de no tener experiencia competitiva más allá de los compromisos internacionales y de su paso por el Basconia en Tercera Federación el pasado curso, Padilla aglutina elogios como los que le dedicó días atrás en este periódico Patxi Salinas, quien lo conoció en persona la pasada temporada en su primera aproximación al Bilbao Athletic.
“Es un chaval muy centrado y muy calmado. Vive en Lezama, en la residencia. Es un joven con el que hablas y te da la sensación de que es una persona más mayor, pero solo tiene 18 años”, destacaba Salinas. Ahora es Valverde quien lo tiene a sus órdenes en un equipo con dos perfiles distintos como alternativas para la portería.
Ander Iru
(Igorre, 22-VIII-1998). Con tres años de experiencia en el Basconia (2016-19) y otros tres en el Bilbao Athletic (2019-22) con 9 partidos disputados el pasado curso, ha pasado por todas las categorías desde que ingresó en Lezama en edad alevín en 2008. Su tío Patxi y su padre Aitor, actual preparador de porteros en el primer equipo rojiblanco, defendieron también la portería del Athletic.
Alex Padilla
(Mundaka, 8-IV-2003). De madre mexicana, es internacional sub’19. Su incorporación al Athletic se produjo en 2019, cuando llegó a Lezama procedente del Zarautz. A su llegada al club rojiblanco se sumó a las filas del Juvenil B. Completó la campaña 2020-21 con el Juvenil A y la última en el Basconia, donde jugó 24 encuentros sin llegar a debutar con el Bilbao Athletic en partido oficial.