Andrew Goudelock se recupera ya en Bilbao

Andrew Goudelock se recupera ya en Bilbao de la grave lesión que le ha impedido vestirse de corto en la presente temporada con el Surne Bilbao Basket en partido oficial. En su segunda temporada como hombre de negro, Goudelock estaba llamado a ser el gran referente ofensivo del conjunto entrenado por Jaume Ponsarnau, pero las cosas se torcieron muy pronto. Había empezado en un notable estado de forma la pretemporada, pero en el primer amistoso, en Laredo con el Oporto como contrincante, todo se torció. En el aterrizaje tras una canasta en penetración marca de la casa poco antes del descanso, el escolta estadounidense supo rápidamente que algo grave había ocurrido en su rodilla izquierda. Sus gestos de dolor en el suelo antes de ser retirado en camilla eran indicio suficiente, pero la resonancia magnética a la que fue sometido lo confirmó: rotura del tendón rotuliano.

Casi seis meses después, la Mini-Mamba, a sus 34 años, afronta ya la fase final de su proceso de recuperación. La empezó en la capital vizcaina -se le vio en los primeros encuentros de la temporada sentado al lado del banquillo local animando efusivamente a sus compañeros-, posteriormente se marchó a Estados Unidos para seguir trabajando -el 14 de enero fue incluido en el Salón de la Fama de College of Charleston, su centro universitario- y ahora ha regresado a la capital vizcaina para llevar a cabo la fase final de su puesta a punto. Todavía no está en disposición de participar en los entrenamientos colectivos, pero en la mañana de este martes estuvo en el Bilbao Arena realizando ejercicios específicos.

Goudelock se ganó su continuidad en el Surne Bilbao Basket gracias a una notable temporada 2021-22 en la que su rendimiento fue claramente de menos a más. Arrancó con buenos chispazos individualidades merced a su innegable calidad ofensiva, pero le costó hacerse al rol más colectivo que de él demandaba Álex Mumbrú. De hecho, hubo un momento en el que sus problemas físicos y la llegada al equipo de Khyri Thomas amenazaron con dejarle sin sitio, pero el escolta estadounidense supo reconducir la situación y su rendimiento en los últimos meses de competición fue magnífico, acabando con unos promedios de 14,3 puntos y 1,3 asistencias. La dirección deportiva acabó muy satisfecha con él, al igual que el propio jugador con su adaptación y la de su familia a Bilbao y ambas partes pusieron de su parte el pasado verano para renovar, pero su lesión no ha hecho posible volver a verle en cancha como hombre de negro.

Integración

Cuando esté en disposición de jugar, y salvo aparición de pasaporte comunitario para alguno de ellos o nueva lesión, el cuerpo técnico de Ponsarnau afrontará una patata caliente pues tendrá a su disposición a tres jugadores extracomunitarios -el propio Goudelock, Adam Smith, su sustituto, y Michale Kyser- para dos plazas en la Liga Endesa. En la BCL, donde no existen esos cupos, podrían llegar los primeros minutos para la Mini-Mamba este curso.