Mientras PNV y PSE negociaban para repetir su gobierno de coalición, una de las principales incógnitas que sobrevolaba el debate público era el papel de Eneko Andueza y la posibilidad de que entrara en el Ejecutivo como vicelehendakari. El líder de los socialistas decidió finalmente quedarse fuera del Gobierno. El movimiento le permitía no solamente conciliar mejor a nivel familiar, sino también preservar una voz propia fuera de ese Ejecutivo, una voz que durante la anterior legislatura ya desafinó en ocasiones con la posición de su socio mayoritario, el PNV, aunque a nivel electoral esos desmarques le permitían reivindicar la posición socialista. Y este mismo viernes ha vuelto a hacer valer esa mayor libertad de maniobra desde fuera del Ejecutivo manifestando dos opiniones que no encajan con la lectura jeltzale. En primer lugar, expresó sus dudas sobre la decisión del lehendakari Pradales de excluir a Vox de su ronda de contactos y, en segundo lugar, deslizó que ha faltado pluralidad y ha existido cierto “sesgo” en la gestión del Instituto Gogora, que ahora ha pasado a dirigir el PSE.
Sánchez también excluyó a Vox
Andueza realizó sus declaraciones a las puertas del Ayuntamiento de Portugalete, tras el pleno de designación de la nueva alcaldesa. Sobre Vox, dijo que no sabe “se si esa exclusión contribuye a darles un protagonismo que no se merecen y a victimizarles de alguna manera”. Parece claro que esta es una cuestión que puede generar dudas y debate, el lehendakari Urkullu sí citó a Vox, y el propio lehendakari Pradales parecía que iba a hacerlo por pura cortesía como dijo en la entrevista con este periódico, pero ha optado finalmente por no hacerlo porque no comparten su visión. Pero lo que puede sorprender es que sea el PSE quien lo cuestione. El propio presidente español, el líder del PSOE Pedro Sánchez, excluyó a Vox de su ronda de contactos para la investidura el año pasado (“me reuniré con las diversas fuerzas parlamentarias, excepto con la ultraderecha de Vox, como es lógico”, dijo entonces), los socialistas han apoyado el cordón sanitario y, de hecho, Vox no preside ninguna comisión en el Congreso de los Diputados. En el Parlamento Vasco, en 2020, también votaron el acuerdo para limitar sus turnos de intervención y cupos de iniciativas, aunque el Constitucional lo tumbó después.
Preguntados por estas contradicciones, desde el PSE aseguran a este periódico que Andueza no cuestionó a Pradales, sino que mostró algunas dudas sobre el protagonismo que adquiere Vox con esta decisión. De hecho, Andueza dijo que la de Pradales “es una opción más” y, a pesar de las dudas sobre las formas, en el fondo está de acuerdo en no alcanzar acuerdos con esa formación. “Lo que sí está claro es que poco o nada podemos compartir con una ultraderecha que, desde luego, no respeta los principios más básicos de la democracia en este país”, defendió.
Gogora
Sobre Gogora, donde Alberto Alonso sustituye a Aintzane Ezenarro, Andueza dijo que “tiene que garantizar la pluralidad” y “ser la garantía de que el relato que hace se ajuste fehacientemente a la memoria histórica y el pasado más reciente”. Añadió que “muchas veces se habla de víctimas, pero a veces también conviene profundizar en los victimarios, los causantes de ese dolor”. En euskera, dejó caer que “en algunos momentos falta un poco de pluralidad” y, “de alguna manera”, se ha mostrado “un sesgo en la gestión” con “la visión de nuestra historia”. Defendió “un relato real”.